Una reunion familiar [Sarah]

Suspiré mientras dejaba caer mi cabeza en la almohada y seguía acariciando la mano de Harold suavemente. La otra mano la dejé reposando en mi vientre, como si con ello pudiera evitarle sufrimiento al bebé.

- Bueno, abuelo, Harold es más maduro de lo que tú crees y ha aceptado todo esto con gran responsabilidad, por favor, sé un poco más considerado con él. Después de todo es el padre de tu bisnieto y él también tendrá que renunciar a muchas cosas - dije intentando sonar conciliadora.

El señor Spencer miró a Harold y suspiró, su nieta tenía razón - Sí, pero tú tienes quince años Sarah, él es mayor y debió de haberse asegurado de que se cuidaban antes de meterse en tu cama - dijo incapaz de dejar de sonar serio y arrogante - puede que te creas muy maduro jovencito, pero no dejaré a mi nieta y a mi bisnieto en tus manos tan fácil y hablaré con tus padres

Apreto la mandibula debia controlar su genio explosivo lo que menos queria era que el Sr. Spencer la alejara de el - Sr. con todo respeto.. - suspiro hondo - yo podre con esto.. no dejare que los aleje de mi.. - eso debia quedarle claro - aceptare las consecuencias y lo que usted considere necesario para que ambos esten en buenas condiciones.. pero creo que debe quedar claro.. que al final sera decision de Sarah y mia... - detestaba sentirse manejado ya sea por su madre o el Sr. Spencer. Pero tampoco queria alejarla de su unica familia y sabia que ella queria mucho a su abuelo.

Admiraba la determinación del joven para cuidar a su nieta y al bebé, sin embargo sabía que no sólo se necesitaba determinación para mantener una familia. Dijera lo que dijera, hablaría con los señores Potter, pues Sarah y Harold no sabían nada de lo que era la vida adulta.

- Admiro tu determinación, sin embargo, deben de considerar que ustedes no saben mucho de la vida y van a necesitar nuestro apoyo, y mi nieta aún está bajo mi cuidado, sus padres me nombraron su tutor hasta que ella cumpla 17 años así que hasta ese momento, Sarah es responsabilidad mía, no tuya

Yo me quedé callada mientras los miraba discutir, estaba demasiado cansada para intervenir, pero decidí decir algo más antes que cualquier otra cosa pasara.

- Abuelo, Harold y yo vamos a casarnos, y como padre de mi bebé, Harold también tiene derecho a decidir lo que es mejor para él

Esa parte no la habia dicho por que con los ultimos problemas aquello era algo que no sabia si se haria o no, pero que ella lo dijera le saco una sonrisa que no pudo ocultar - asi es... me casare con Sarah .. eso tambien lo ibamos hablar con usted - dijo decidido, es que ellos eran su vida, el Sr. Spencer ni la propia Sarah sabian que era lo que ellos significaban en su vida.

Una sonrisa curvó mis labios al ver la de Harold y yo seguí acariciando su mano, poco a poco me iba entrando sueño y me acurruqué más en la cama, quedándome lo más cercana a la calidez del cuerpo de Harold que podía.

- Abuelo, amo a Harold, muchísimo, es el hombre con el que quiero pasar mi vida y sé que nos cuidará bien a mí y al bebé ¿podrías ser más gentil con él? - le supliqué a mi abuelo con mi sonrisa más tierna.

El señor Spencer suspiró derrotado, su nieta sabía como convencelro y no había nada que el atesorara más que la sonrisa de Sarah, se inclinó a besarle la frente y acarició su rostro con ternura - Lo que tú quieras cariño, y Harold, espero mucho de ti jovencito, no vayas a decepcionarme

- No lo hare - dijo sonriendo completamente seguro de aquello, miro a Sarah el sueño la vencia pero no sabia si ella debia dormir en esos momentos toco el rostro de Sarah la fiebre aun no cedia, estaba preocupado pero no lo demostraba la queria ver bien primero y ya verian lo demas, al menos eso era lo que el queria.

Sonreí al sentir la mano de HArold en mi rostro y lo miré con ternura, el pobre había tenido que sufrir los peores dolores por mis constantes rechazos y aún así, ahí seguía.

- Te amo, gracias por...seguir aquí conmigo - le dije con las pocas fuerzas que me quedaban.

El medimago apareció de nuevo con unas cuantas botellas de poción en sus manos - Sarah, te tengo una buena y una mala noticia; la buena es que el bebé estará bien, sólo tendrás que tomar esta poción tres veces al día para asegurar sus defensas; la mala es que deberás quedarte en reposo...hasta el final del embarazo

Suspiré cansada, el bebé estaría bien, y yo debería dejar la escuela. Con resignación asentí mientras las lágrimas se pegaban a mis pestañas.

- yo tambien te amo - se acerco a dejar un beso corto en sus labios cuando escucho cuando entro el doctor la noticia le aliviaba un poco pero eso significaba que no podria volver a la escuela sabia que aquello no le gustaba, el la miro y suspiro el tenia que volver a la escuela y no queria dejarla sola, era su ultimo año y estaba seguro que sus padres no le permitirian abandonar la escuela - no podra volver al colegio? - miro a Sarah - pero..entonces.. ¿donde se quedara? - miro al abuelo de Sarah, el podria ofrecerle su casa, si esa era una buena idea - no creo que mama diga nada si te quedas aqui

El Señor Spencer emitió una suave tocesita para atraer la atención de los presentes. Si su nieta tendría que abandonar Hogwarts, ni se quedaría en una casa ajena donde él no sabría que tan bien la cuidarían.

- Joven Potter, mi nieta se irá a su hogar como le corresponde, ahí su nana Roxanna y yo nos haremos cargo de ella - dijo con total convicción

Yo dejé que ellos discutieran mientras intentaba contener las lágrimas, incapaz de hacerlo del todo. Yo creí que podría terminar el curso, pero no sería así. MIs últimos meses para poder pasarla feliz con mis amigas se iban por la borda.

- Tranquila Sarah, estarán bien - intentó calmarme Travis y yo me acurruqué en el regazo de Harold

Es que la actitud del Sr. Spencer lo estaba desesperando pero tenia razon, ella debia quedarse en su casa, suspiro hondo y cuando la miro alterada, decidio mejor no discutir mas sobre el tema, dejo un beso en la frente de Sarah mientras la acurrucaba en sus brazos, el tenia que terminar la escuela para poder estudiar y poder darles lo mejor a su hijo y a Sarah.

- ¿podre verla verdad? - lo que el temia era que el abuelo de Sarah los separara o le impidiera verla a ella y a su bebe.

Abracé a Harold y miré a mi abuelo fijamente, claroq ue yo no quería quedarme con la señora Potter, no sabía lo que podría hacerme, en cambio en mi casa, tendría a Roxanna para estar conmigo a cada momento. Ella era como mi madre y no me dejaría sola, pero no quería que me separaran de Harold, porque no podría soportarlo.

El señor Spencer miró a su nieta y comprendió que quizá ella sentía por el joven Potter algo que no podía comprender, pero que era profundo.

- Hablaré con Dumbledore para que le permita ir a visitarte todos los fines de semana

El sonrio y asintio - gracias Sr Spencer - miro a Sarah y le sonrio mientras acariciaba su rostro - estare contigo.. - se acerco a ella y le dejo un beso corto en sus labios. Para abrazarle despues, llevo una mano a su vientre, los cuidaria a los dos.

Suspiré mientras dejaba recostar mi cabeza en el hombro de Harold y cerraba los ojos. No me parecía nada justo qeu tuviera que quedarme en cama por 7 meses más, eso era por completo injusto. Una lágrima rodó por mi mejilla y luego volteé a ver a mi abuelo

- ¿Mis cosas de Hogwarts? - pregunté con un nudo en la garganta.

El señor Spencer miró a su nieta, la conocía más de lo que ella creía y sabía que en nada le gustaba la idea de pasar siete meses en cama. Él lo entendía por completo, su nieta no tenía que pasar por eso ahora.

- Descuida tesoro, arreglaré todo.

Harold se sentia fatal, el no queria que ella terminara en cama, aun deseaba que estuviera en HOgwarts que disfrutara su vida pero ahora todo se habia acelarado debido a ese bebe, ya habria tiempo de hablar despues del futuro de ambos, si era posible un futuro juntos, el lo deseaba pero cada vez, creia que ella lo terminaria odiando.

No dijo nada solo suspiro hondo dejando que arreglaran lo necesario para los siguientes meses y el aprovechaba el poco tiempo que le quedaba juntos, por que ese dia ella si iria a su casa y no la veria.

El señor Spencer observó un momento a ambos jóvenes y decidió salir de ahí, aprovecharía para hablar con la señora Potter, hablaría con travis y prepararía todo para que Sarah llegara sana a su casa. COn discresión, salió de ahí.

Suspiré cansada y alcancé a oír como mi abuelo se iba "discretamente". Me quedé a solas con Harold y no supe qué decir o qué hacer. Las cosas simplemente iban peor.

- Lo siento - fue lo único que se me ocurrió decir, y ni siquiera sabía por qué