Amortentia? [James, Steven & Bella *O*]

Mis chicos meaners estaban ocupados, cada uno con sus asuntos. Y por si fuera poco, el idiota de Rabastan seguro andaría liándose con alguna estúpida por ahí... pero ah! si me enteraba de quién era, la mataría a Crucios! o dejaba de llamarme Linna Liebermann! Argh! Rabastan Arschloch!!!
Había decidido que le pagaría con la misma moneda y recordé el pedido de Harold, nuestro Harold, que quería que ayudemos a su hermanito James a olvidarse de la sangre sucia inmunda de Evans... tal vez... tal vez podría ayudar a Harold y divertirme un poco.

Cogí un frasquito pequeño de amortentia (siempre tengo un poco, en caso de que necesite hacer maldades, como ahora) y me eché un poco como perfume. Olería a lo que más les gustaba a todos... para James, olería a Evans.... así que con el resto del contenido del frasco en mi bolsillo, salí a buscar al hermanito de uno de mis mejores amigos...

Genial, simplemente genial. James Potter estaba de un humor fabuloso esa mañana, que se fue volando en cuanto se encontró con Lily en la sala común. La chica había intentado hablar con él pero eentre Peter y Sirius lo habían jalado hacia afuera con una urgencia. Querían - supuestamente - dar una excursión por el bosque prohibido para buscar nosabeque para ayudar a Remus a mejorar una poción encojedora. Luego de tamaña azaña se había duchado y había hablado con Remus, al parecer estaba enfrascado en la biblioteca estudiando Transformaciones? SI, y los demás lo habían engañado para que no hable con Lily, tenía tanta buena suerte.

Ahora se dirigía a la Torre de Astronomía en busca de un lugar donde nadie lo molestase con su mal humor, no tenía ganas de bromas ni travesuras esa noche.

James Potter no aparecía por ninguna parte y la amortentia que tenía a modo de perfume me estaba matando... el aroma a Rabastan que sentía me estaba volviendo loca y estaba a punto de ir a buscarlo, para lanzar un par de crucios, a él y a su amiguita de turno... pero nada, iba a ayudar a Harold en su difícil misión de encaminar a su pequeño e ingenuo hermano. No podíamos permitir que un Potter echara a perder su apellido por un capricho.

Ya había perdido toda esperanza cuando me choqué con alguien al subir a la Torre de Astronomía, saqué mi varita y vaya sorpresa!!! me choqué con el escurridizo James Potter.

- Potter chico... qué agradable sorpresa! - dije con una sonrisa ladina

Doblemente genial, cuando intentaba buscar un lugartranquilo una víbora amiga de su hermano venía a molestarlo. James al principio siguió de largo, sin prestarle atención, si hubiera estado en sus cabales le hubiera dicho algo grosero, pero no estaba bien del todo. Siguió subiendo las escaleras hasta que aquel olor entró en suss fosas nasales. Su rostro cambió y una sonrisa bobalicona le iluminó la mirada. Lily estaba por ahí, estaba seguro. Su instito se lo decía. Al parecer se estabajuntando demasiado con el chucho..

Noté la sonrisa tonta que se le formó en la cara cuando me olió. Yo simplemente sonreí y subí las escaleras - Vaya! yo pensé que eras más educado, James... en fin, que tengas lindo día - dije en tono despreocupado mientras pasaba a su lado, muy cerca de él asegurándome que oliera el aroma de Evans en mí. Subí corriendo las escaleras, incluso aún más rápido que él, para dejarlo atrás y se arrepintiera de haber sido tan grosero... juntarse con la Sangre Sucia le ha caído muy mal a James... ay! si se lo contara a Harry!

Si de algo se moriría algún día seguramente sería por meter las marices donde no lo llaman. James era así, curioso y aventurero por naturaleza. Aspiró fuerte para resibir ese olor a Lily que tanto le gustaba. Recordaba el día en que había ido con Sirius a la botica y lo había reconocido, el perfume de su Lily.. no tan suya ahora.

- Espera Lieberman! - le dijo al llegar a la torre al fín, tomandola del brazo y parandose frente a él. Olisqueó su cuello como si fuera un animal. - Hoy hueles delicioso.. - le dijo casi rozando su nariz en el cuell ode la Sly.

Sonreí, de espaldas a él cuando me dijo que esperara... mi plan había funcionado. No era raro, había sido una alumna brillante en mi escuela en Alemania, sabía trucos que pocos sabían y, sobre todo, tenía una imaginación demasiado amplia para las cosas malvadas.
Sentí que olía mi cuello con casi desesperación y simulé que estaba bastante turbada - estás bien James? tal vez deba llamar a Harold y decirle que has perdido la razón... digo... tú? dándome un cumplido? a mí? - dije mirándolo como si su locura fuera contagiosa. Adoro ser mala...

O si, aquello era casi orgásmico. James la escuchó apenas, apabullado por el exquisito olor que desprendía la chica. ¿Qué tenía que ver su hermano allí? Claro que tenía que ver, como no se le había ocurrido antes? Sin más se alejó de ella y se sentó en uno de los grandes ventanales de la torre.

- Tu tambien? Debía habermelo imaginado, Harold las quiere a todas.. - masculló con tristeza. No entendía como su hermano le había hecho eso. Primero con Lily.. luego con la chica que olía como ella..

Sonreí cuando dijo que Harold las quería a todas y sonreí con malicia - oh vamos, James... ambos conocemos a Harry... sabes que no es uno de mis mejores amigos en vano... lo conozco bien... lo suficiente como para saber que no es mi tipo... - dije acercándome peligrosamente a él, hasta casi rozar sus labios...
- tú, sin embargo... - dije y me alejé - pero claro, tú me odias por ser una serpiente rastrera... no tienes que decirlo de nuevo.
Y acaricié su rostro, con la intención que huela el poco de amortentia que había puesto en mi muñeca... y veríamos qué hacía el gatito

James se quedó pasmado al verla acercarse tanto hasta sus labios, pero al contrario de alejarse para no agarrar la peste abrió los labios como idiota. Se la quedó mirando cuando ella se alejó nuevamente. Algo en su cerebro le decía que ella no era una serpiente rastrera, sino la más hermosa mujer del universo.

- Vamos.. que muchas veces hablo sin pensarlo.. - contestó con una sonrisa bobalicona, tomando su mano y acercandola a él.

Tomó mi mano y la acercó a su rostro, para que la acariciara... aproveché y dejé que mi mano acariciara también su nariz, para que el olor lo tuviera embobado... me sentía tan mala... y seguro que Harold me compraría muchos regalos cuando le cuente que estaba "reformando" a James.
- pues me he dado cuenta de ello - dije abrazándolo, para que sintiera ese olor tan enviciante con más intensidad. Sin decir nada más, empecé a besarlo con bastante intensidad, como si el mundo fuera a acabarse en ese momento.
Vale, James Potter no era exactamente mi tipo de chico, pero no podía negar que era bastante guapo...

James se sonrió y la besó con la misma intensidad, más cerca y más quería estar así toda su vida, podía morir feliz así, ese olor.. la miró y la abrazó con suavidad, juntando sus manos tras su espalda. - A que Rabastan no te besará así.. nunca - susurró agrandado, guiandola hasta la ventana para acomodarla con él.

El cazador se sentó y la sentó en su regazo, volviendo a devorar sus labios, dulce, tanto o más como cuando estaba con Lily días atras.

Rabastan... oír su nombre me dolió y mucho... pero podía pagarle a mi querido futuro prometido con la misma moneda... de cualquier forma yo aún era un espíritu libre. Hizo que me sentara en su regazo y me empezó a besar con dulzura.
- Rabastan... él... él anda con todas y lo sabes - dije dolida antes de volver a besarlo - él besa a todas de la misma forma - dije acariciando su cabello y acercándolo más a mí. Cuando cerraba los ojos, no era a James a quién besaba, sino a Rab... su aroma estaba por todo el lugar.
- intentas olvidar a Evans conmigo? es a Evans a quién ves cuando me besas, verdad? - era un golpe bajo y malvado, pero soy una Slytherin... no?

James no pensaba que estaba reemplazando a Lily con esos besos, pensaba que era ella, su olor, sus labios, sus ojos claros volvían a brillar con la misma intensidad del día en que ella le había dicho que le iba a dar una oportunidad. El castaño aspiró su perfume, pegado a ella.

- Me encantas.. - murmuró mirandola a los ojos, ladeando el cuello, tierno como solo con su Lily o con Sarah podía serlo.

Sonreí... él pensaba que yo era Lily. Lo abracé con más fuerza y empecé a besarlo con más intensidad, para luego apartarme un poco.
- No sé si... estemos haciendo lo correcto, James - dije mirándolo y acariciando sus cabellos, mirándolo con tristeza - tal vez... tal vez deba irme.... - dije acariciando su rostro de nuevo, dejando que el aroma de la amortentia le nublara los sentidos de nuevo... qué ganas de que aparezca Evans...

Él sonrió sin reparar en que ella le decía que era un error todo aquello, solo tenía ojos para verla y sonreir como idiota. - Me dejarás aquí? Solito? - preguntó con un puchero finjido.

James se puso de pie y la abrazó, besando sus labios en un beso laargo y feliz. - Esta noche nos vemos? Tengo una sorpresa para ti.. - murmuró tocando su rostro dulcemente.

Potter estaba casi en el bote. Lo miré con tristeza fingida - así que quieres que me quede contigo, eh? no juegues conmigo, Potter... tengo suficiente con Lestrange... - dije mirándolo fijamente, para luego responder el abrazo y el beso, subiendo la intensidad...
- tienes una sorpresa para mí esta noche? - pregunté mordiéndome el labio inferior - y qué podrá ser... soy muy curiosa, sabías? - pregunté antes de atrapar su labio inferior con los míos.

Debería darse un baño de lavandina luego, la estaba tocando demasiado. James había cañido muchas veces en ese juego, alumnas que hacían experimentos para enamorarlo, filtros de amor, chocolates afrodisíacos, mil y un cosas, aunque la Slytherin no lo supiera, era inmune, solo jugaría con ella, como ella quería.

- Lestrange no la tiene así verdad? Que digo.. debes de pedir turno para estar con él de seguro.. - le dijo con una sonrisa mientras depositaba su mano sobre su entrepierna.

Aquello fue demasiado... se estaba burlando de mí usando un tema demasiado sensible. Aunque fuera Slytherin, tenía sentimientos y Rabastan los estaba haciendo trizas... y ahora Potter también. Pero eso no quedaba así, no señor... le soltaría un par de cosas y luego le mandaría un crucio...
- Él no anda besándose a escondidas y tratando de ocultarme que se besuquea con mi hermana, no? - dije haciendo un paralelo de lo ocurrido con Lily - pero bueno, es un precio que hay que pagar... a las chicas nos gustan los Slytherin... puedes preguntarle a Evans - dije con voz seductora - y ah! James... no eres mi tipo - dije mientras lo empujaba y le apuntaba con mi varita.
Estaba que hervía de rabia, pero trataba de disimularlo... cómo se atrevía ese amante de los sangre-sucia a decirme eso!!! - Babosas...

Las palabras de Linna le transpasaban, james escupió a un costado, como hechando de allí sus babas de serpiente venenosa. Evans podía hacer lo que quisiera que no le importaba, se lo había metido en la cabeza, si señor, solo había querido saber hasta que punto ella llegaría con su Amortentia. SSu varita estaba en su mano ya cuando ella lanzó aquello. Se tiró al piso rapidamente y giró esquivando el hechizo.

- Cerebro de Mermelada! - gritó apuntando a la morena-

Tenía que hacer ronda con Bellatrix Black, prima de Sirius, nunca cruce palabras con ella y ahora no lo iba hacer, había una distancia moderada entre nosotros pero yo no me queje de nada, estaba cansado, de recorrer todos esos pasillos pero aun así seguí, hasta llegar a la torre de astronomía, para nuestra sorpresa, parecía que se estaban entreteniendo muy bien con una batalla, corrí hacia ellos junto con mi compañera.

Estaban James y Linna en ese lugar, vi como él le tiraba un hechizo a ella, como Bellatrix se acercaba a su lado y yo a James

-Pero que está pasando acá?!- grite enseguida

Tocaba la ronda de prefectos, y para mi mala suerte me tocó con Steven Lloyd, un Ravenclaw de sangre mestiza... ¡No podría haberme tocado peor cosa! No hablé en todo el camino por los pasillos. No tenía nada que decir, ni él tampoco merecía mis palabras. ¿Qué sangre sucia las merecía?

Iba cavilando en mis cosas cuando las voces de dos alumnos captaron mi atención y la de Lloyd. Me acerqué a paso ligero hacia dichas voces y me encontré con Linna, una de mis mejores amiga, discutiendo con Potter. Alcé una ceja extrañada, ¿qué hacia Linna hablando con ese traidor? Me acerqué a ellos y la miré, para luego pasar la mirada a Potter.-¿Qué pasa aquí?-pregunte, seria.

Tuve suerte de esquivar el hechizo de James y él tuvo suerte de haber podido esquivar mi hechizo. Lo miré con asco y molestia... James Potter, no sabía por qué el pobrecillo Harold había merecido un hermano como James.
De pronto escuché una voz conocida... Bella! Gracias a Dios que había llegado! oí la voz del empollón sangre sucia y lo ignoré, mis oídos no merecían escuchar la voz de un inmundo sangre sucia.
- Nada, sólo le enseñaba modales a Potter... debe botar toda la asquerosidad que tiene dentro para que pueda hablar con propiedad... - dije cruzándome de brazos y dirigiéndome a Bella, ella sabría que Potter había tenido suerte, pudo haber sido peor... un crucio tal vez.

Preferiría haber escupido babosas a besarla, pero debía medirla y el perfume de Lily no había sido de mucha ayuda. James se puso de pie como si nada y le dió un apretón de mano a Steve.

- Teniamos un par de asuntos que arreglar.. ya sabes, se moría de ganas de besarme y tuve quue resistirme.. - bromeó con su amigo palmenando su espalda. - Bella, querida, donde tienes escondido a mi amigo Sirius? - preguntó acercandose a la morena Black.

Sonreí de lado con lo que decía.. Estaba bien que era mi amigo, y todo lo demás pero si no hacia algo iba ser muy injusto y no quería escuchar a esas serpientes
-Sabes James que esto no está bien..- largue un suspiro de cansancio, no me gustaba hacer de malo pero tenía que cumplir con mi rol de prefecto