Había una vez...

Estaba con muchas ganas de leer alguna historia nueva,había leído todos mis libros,y no es que me hubiesen aburrido ni nada,al contrario,podría leerlos cien veces más sin cansarme,pero estandoen el colegio y con una biblioteca así...debía de haber alguna historia que me llamara la atención y que no hubiese leído.
Todo estaba en silencio,por mucho escuchabas el rasgar de las plumas contra el pergamino,pero nada más.Nadie hablaba o susurraba o hacía nada que probocara un poco de distracción a esos que estudiaban.
Saludé a la Bibliotecaria con un asentimiento de cabeza y una sonrisa,no era mi amiga pero no era mala persona,al menos conmigo no lo era.
Fui hasta unos estantes y comence a leer,uno por uno,cada titulo en el lomo del libro,viendo si de casualidad alguno me llamaba la atención.

El castaño no había podido encontrar a Remus en la sala común por lo que supuso que estaba en la biblioteca, como cada mañana. Necesitaba contarle algo jugoso, había conseguido encontrar el escondite que faltaba el en mapa, ya casi lo terminaba.

Con ese paso seguro y demasiado pagado de si mismo el guapo Potter entró a la biblioteca, con tanto ruido que la señora de allí lo miró con mala cara hasta reconocerlo, le dedicó una sonrisa enamorada, al igual que unas niñas de primero que cuchicheaban mirandolo. James ignoró a todos mientras buscaba a su lobuno amigo conla mirada.

No presté más atención en cuanto vi que se trataba de Potter,quien hacía ruido en la biblioteca para molestar o quién sabe que.No me importaba,porque no me molestaba,yo estaba concentrada en buscar mi libro perfecto de la semana.
Saqué uno de la estantería,mirándo la tapa con curiosidad,abrí las primeras páginas y descubrí que se trataba de otra novela romántica.Así que lo cerré y lo dejé ne su lugar.
Continué con la busqueda,ofuscad en los libros ni siquiera veía que me acercaba peligrosamente a una mesa y...PUM!Hice una mueca de dolor cuando me di cuenta,debería tener más cuidado por dónde caminaba o terminaría en el suelo...

De su amigo Lupino no aparecía un pelo. James caminó entre las estanterías, llevaba el cabello "peinado" o lo que pudo hacer por él, llevarlo hacia atrás con algo de gel muggle, ni siquera aquello podía dejar arreglado el cabello del capitan de Quidditch.

Nada había allí que le llamara la atención, gente demasaido quieta, que parecía moverse en camara lenta cuando lo veían. Saludó a un par de chicas de Ravenclaw con una sonrisa y fue hacia la chica que estaba a punto de caer, la sostuvo de la cintura.

Senti que alguien me agarraba por la cintura y me gire para ver quien era,sí,James Potter al rescate.Lo quede mirando y sus brazos al rededor de mi cintura.
-Hola James-lo salude como si nada,sonriendo dulcemente.No era como si el estuviera pegado a mi agarrandome por la cintura,no,era como si estuvieramos del o mas bien,lejos y tranquilos.
-¿Qué haces aquí?-pregunte con algo de curiosidad,no en voz muy alta,era raro verlo en la biblioteca.

Las miradas de las chicas de Ravenclaw disparaban chispas hacia la Gryffindor que tenía abrazada. James le sonrió y la puso de pie con cuidado, aunque muchos no lo creyeran era un caballero.

- Hola Eva, no has visto a Lupín por aquí? - preguntó sentandose sin pena en una de las mesas de la biblioteca, aún con las botas sucias de Quidditch, no se las sacaba ni para dormir.

Yop no me daba cuenta de que me miraban comopara matarme(?) Okey,no,sí me daba cuenta,pero simplemente las ignoraba.James era mi amigo,nada más y lo tenía bien asumido.
-No,no lo he visto por aquí-le conteste con tranquilidad y volvi a mirar los libros de la estantería.
-Creo que lo vi pasar hacia el despacho de Dumbledure-le comenté pensativa-.No esoty muy segura de si era él,iba de espaldas y lejos.

- Dumbledore? Le está haciendo favores a Dumbledore? - preguntó demasiado fuerte para esta r en una biblioteca. - Esto lo tiene que saber Sirius.. - murmuró luego de su escenita, finjiendo sentirse mal, descompuesto. James suspiró y sonrió otra vez.

- Bueno.. y que haces por aquí Eva? Buscando quien te salve la vida? - preguntó hinzando el pecho, orgulloso de lo que había hecho. Arrogante? Naah.

-No se,iba hacia el despacho de Dumbledore,pero tal vez no era eso lo que iba a hacer-me encogí de hombros,sin darle demasiada importancia y me rei bajito.
-No,enrealidad buscaba algún libro interesante para leer,pero gracias por "salvarme la vida" Jimmy-le dije,mirándolo con una sonrisa dulce,para volver a ver los libros.

- Lo quesea que Lunático tenga que hacer en el despacho de Dumbledore no es bueno.. deberemos llamar a la audiencia merodeadora.. - murmuró la última frase para si. Cuando alguno de ellos comentía tal falta los demás se juntaban y daban el veredicto, declarando culpable - casi siempre - y dandole un castigo por aquello. Eso no sel o dejaría pasar al lobito.

James tomó el libro que Evangeline tenía en la mano y miró su portada - Abuurrido.. - comentó dejandolo en su mano y paseando su vista por el lugar, quizás Lily apareciera.

Me volvi a encoger de hombros,tomando el libro nuevamente y dejándolo en su lugar.Quería leer algo de acción,o alguno de conjuros o magia negra,tenía ya varios pero quería más.
-Ya viste que no está aquí,¿por qué no vas a buscarlo a otra parte?-le pregunte,no lo echaba de aquí,sólo que las chicas Ravenclaw estaban medio pesadas con las miraditas y en cierto modo,¿qué podía hacer James en la biblioteca?Lo suyo era el campo de Quidittch.

James alzó una ceja - Me estas hechando? - preguntó con su sonrisa de siempre, simpático y bromista con los que le caían bien. - Porque si lo estas haciendo yo creo que no te libraras de mi en tooooooooooooodo el día.. - le advirtió saltando de la mesa y abrazandola con fuerza, como un choncaco. Las chicas de Ravenclaw bufaron moletas, hablaron entre ellas, se levantaron y se fueron allí, heridas por la actuación de su héroe.

Me rei cuando se me prendio como boutrackle a un árbol.Me callé cuando vi a las chicas de Ravenclaw marcharse totalmente ofendidas,pero no me importó,le sonreí dulcemente a James.
-Claro que no te estoy echando,nunca harái eso-le dije sincera,muy tranquila,tal cual me comportaba siempre.
-Solo decía,seguro que tienes cosas mejores que hacer que estar aquí en la biblioteca mirándome elegir libros y más libros.

James sonrió, por aquello era que le caía bien, le decía las cosas de frente y no andaba con vueltas.

- No importa, dejarás tus libros e iremos a dar una vuelta.. - y James Potter no aceptaba un no por respuesta. Tomo el mismo los libros y los acomodó en las estanterías. - Vamos, me aburro.. - le pidió haciendole ojitos.

Lo mire quitarme los libros de las manos y juntarlos toditos acomodandolos en sus respectivos lugares.Sonreí por su expresión y sus gestos,y simplemente me encogí de hombros.
-Está bien,siempre puedo volver más tarde-le dije sn preocuparme en absoluto-Los libros seguirán aquí,pero cómo podría rechazar la invitación de James Potter?-exagere dramaticamente,como si hacer eso que yo decía significara la falta más grave del mundo.
-Vamos Jimmy-lo agarré de la mano con mi sonrisa de niña y lo arrastré hasta la salida de la biblioteca.

Como podía rechazar una invitación de James Potter? Fácil, Lily tenía la guia completa. James le sonrió levemente mientras tomaba su mano y se dejaba llevar por Evangeline hacia la salida.

- A donde vamos? -preguntó casi corriendo a su lado, al principio el la había invitado, pero ella era quien lo llevaba.

-Por aquí por alla por aculla?-le canturre mientras lo llevaba,me frene y lo solte.Mirándolo con una sonrisa infantil.
-A dónde quieres ir?Podemos ir a cualquier lado,me da lo mismo en realidad,no te llevaba a ningun lado...solo te sacaba de la Bilioteca antes de que la Biliotecaria te asesinara-me reí bromeando.

- Ya estaba sintiendo el efecto lelo de la biblioteca.. a que si.. - contestó bromeando el castaño, tocandose la cabeza para ver si estaba hueca, no, aún no. James no tuvo que pensarlo dos veces.

- Vamos a que los elfos nos den de comer a montones.. - contestó por lo bajo, no era cuestión que el colegio entero se enterase. Una de las elfinas hasta le había pedido casamiento ya y siempre que iba le hacía las mejores tartas de melaza.

-Ay,que rico-le dije con una sonrisa radiante,entuciasmada.Sería mentir mucho si le decía que no quería ir,porque realmente si quería ir.Amaba comer y era muy flaquita,nadie podía entender como en mi cuerpo entraba tanta comida,y yo no se los explicaba porque no lo sabía y tampoco quería saber.Me daba igual.
Lo agarre de la mano de nuevo,infantil,balanceando mi brazo y el suyo mientras caminabamos hacia las cocinas.

No se hizo rogar mucho y emprendió el camino de los más tranquilo junto a su amiga, balanceando su brazo tambien en baiven. La guió hacia la izquierda, luego a la derecha por un pasillo largo y angosto que parecía que no tenía fin, cuando las luces ya no se vieron dobló nuevamente hacia la derecha y entró por la abertura de un retrato, dejandola pasar a ella primero. Pasando un hall se encontraban las cocinas.

James cainó hacia allí con una sonrisa, saludando a cada elfo por su nombre, dandole palmadas en la cabeza hasta encontrar a Dalia, la elfina enamorada, la alzó y dejó un beso en su mejilla.

´Caminé con él,siguiendolo,izquierda,derecha,recto ya me habia mareado.Pero no me importaba saber el camino.
Entramos los dos a las cocinas y James fue directo a una elfina pequeña y adorable,me encantaban los elfos domesticos,eran amables y serviciales.
Le sonreí amigable a uno,agachandome a su altura para tomar uno de los ricos pastelitos que me ofrecía.
-Muchas gracias-le dije educadamente con vos dulce.

Los elfos le parecían niños pequeños, divertidos y consentidores. Amaba ser amaado y que mejor que ellos para demostrarlo. L elfina se abrazó a su cuello y saltó luego para ir a prepararlel os más ricos pasteles. James miró a Eva con u na sonrisa, parecía pasarlo bien, se sentó en la mesa cantando Here comes the Sun a viva voz, mientras esperaba para llenar su estómago.

Me acerqué a James,saboreando todavía el pastelito que acababa de terminar.Le sonreí abiertamente,sentandome junto a él,viendo a la elfina preparar todo aquelo para James,con tanta dedicación.
-Se ve que te adora-le dije sin animos de bromas,no lo era,era sincera,lo decía oprque era lo que veía.

Miró a Eva cuando esta se sentó a su lado, con una sonrisa ladina ,dejando de cantar. No lo hacía del todo mal, pero gritaba al hacerlo, quizás una de las formas que tenía de llamar la atención.

- Es mi prometida, no creo que ella pueda hacerme lo que hizo Evans.. - contestó mirando a su elfina prometida, si todas las mujeres eran igualesse quedaría con ella.

Lo miré mientras hablaba y asentí,por lo que había escuchado no había sido nada lindo lo que le habían hecho.Ahora hasta la llamaba Evans,cuando hasta hacía poco la llamaba Lily.
Le sonrei amigablemente y lo abracé por los hombros,desordenandole el cabello en un rapido movimiento;me reí divertida.
-Hoy seremso tu,Dalia,el pastel y yo-le dije con todas las ganas de subirle los animos y mantenerlo aunque fuese un poco distraído al respecto.