Hey Malfoy, ya llegó por quien llorabas.

James Potter acaba de darse una ducha en los vestuarios luego del entrenamiento, los chicos estaban bien, jugaban bien, los de Slytherin comería el polvo en el próximo partido si seguian así. Tenía hambre, no había desayunado a la hora debida y ahora el Gran Comedor estaba prácticamente vacio salvo por unas cuantas alumnas de Ravenclaw. Con paso para nada modesto James entró haciendose notar, sacudiendose el cabello mojado y sonriendole a las chicas, les guiñó un ojo y ellas suspiraron. El precio de ser tan guapo.

- A comeeer.. la.. - murmuró mientras se sentaba en la mesa de los leones y una fuente de pollo aparecía para él, junto con ensaladas de todo tipo. El castaño se relamió con gusto.

Mientras comía en el gran comedor, vio hacia la puerta, venia entrando nada más y nada menos que, James Potter, con aquel paso creído que le caracterizaba, necesitaba que alguien le bajara los humos de una buena vez y con él humor que traía aquel día era el más indicado para hacerlo, sin pensarlo dos veces se levanto y camino por donde se había sentado Potter, al otro lado del Gran Comedor. Alzo la vista y al comprobar que estaba solo paso a su lado empujándolo con tal fuerza que casi tira la pieza de pollo que estaba comiendo, sabia que no se quedaría callado, pero haciendo como si nada este siguió caminando, esperando la mas mínima respuesta para hacerle saber lo que pensaba.

Nadie molestaba a James mientras comía, la comida era SA GRA DA. Y no había visto llegar a Malfoy a su mesa, no había pasado por alto, como la gran lacra que era. Le tiró su pollo, su precioso pollo asado, un insulto a su persona.

James lo fulminó con la mirada al verlo pasar tan campante, pero él no era de los que se la cobraba sin pensarlo, para eso estaba el perro. - Tan temprano y arrastrando tu mugre pura Malfoy? - preguntó como quien no quiere la cosa.

Al escucharle se detuvo y regreso desafiante, poniéndose frente a Potter al mismo tiempo que le empujaba una vez mas, al parecer el Gryffindor no era tan rudo si no estaba su grupo rodeándolo, se la iba a pasar de lo lindo en ese comedor.

-Dijiste algo Potter?

Menciono desafiante, si no se intimidaba cuando iba con el resto de sus amigos, menos cuando este estaba solo y dejaba ver a todos el tipo de persona que era, un fanfarrón, siempre creyéndose superior cuando no era mas que un traidor a la sangre.

-O es que acaso los sangre sucia te comieron la lengua?

Los susurros de los pocos que había hay no tardaron en llegar, de un momento a otro todas las miradas se habían clavado en ellos dos, pero eso poco o nada le importaba, Potter tenia toda su atención en aquel momento, cualquier intento de algo y se encontraría con un maleficio.

James lo esperó ya de pie y con su pata de pollo asado en una mano, no se perdería de comer aunque Malfoy quisiera de su atención. El castaño asintió a su pregunta, había dicho algo.

- Estas ensuciando el piso con tus babas Malfoy.. - contestó mirandolo con una mano en la cintura de sus pantalones vaqueros, donde su varita. Sus palabras no le resbalaban al igual que a Remus - Acaso quieres bailar? - preguntó y en un movimiento lo tuvo colgado del cielo razo. - Tarantallegra! - masculló apuntadolo y haciendo que sus pies comenzaran a moverse al rítmo de un rock&roll.

Insolente como siempre, ese niño no entendía y ahora lo había puesto mas que furioso, haciéndole bailar, que estupidez, pensó para sí mismo poco antes de que se terminara el hechizo, varios se echaron a reír, pero este los fulmino con la mirada y estos rápidamente callaron, cuando regreso su vista a Potter, este tenia esa cara de satisfacción que tanto odiaba. Sin pensárselo saco su varita y apunto a la de Potter, lo que este último no sabía es que dominaba el arte de los hechizos sin habla.

En su mente dijo '' Expelliarmus'' y un segundo después, un haz de luz salió de la punta de su varita, y fue directo a la de Potter, que salió disparada y fue a parar a quien sabe donde.

-Y ahora que harás, estúpido traidor a la sangre.

Camino hasta él y le puso la varita en el cuello, mientras lo miraba fijamente a los ojos, porque no acabar con Potter en aquel instante, conocía mil y un formas de hacerlo y las ganas no le faltaban, pero al final su parte racional gano, y se alejo un paso de Potter, guardando su varita, sin preocuparse ya que este ultimo estaba desarmado.

-Y bien Potter, ahora que hará el todopoderoso ''Merodeador''?

Malfoy podía sacar al cabrón y cabezota de él, sin duda, y ni siquera los Merodeadores los habían podido separar las últimas veces que se había cruzado. Lanzaban chispas, uno no podía vivir cerca del otro, se repelían tanto como el agua y el aceite, el perro y el gato. Su varita había salido de su mano pitando, pero lo que Malfoy no sabía era que él no se dejaría vencer tan facilmente. James tomó de su cuello la varita del rubio y la quebró en dos con una facilidad impresionante, acto seguido lo empujó hacia la mesa, dejó tomar un envión y se tiró encima de él, golpeandole el estómago de un golpe.

- Te dejaré la nariz peor que la de Quejicus.. - masculló sonriendo, golpeando su mandíbula una y otra vez. Si, sacaba lo peor de sí.

Al ver su varita romperse algo pareció explotar dentro de él, y cuando esos golpes que le dio fue la gota que derramo el vaso, cuando iba a soltarse otro golpe este aparto su cabeza a un lado, y aprovecho esto para soltar un golpe con su mano derecha que impacto justo en la mejilla de James obligándolo a quitarse de encima, en cuanto se levanto, lo embistió haciendo que cayera sobre una mesa y una vez hay comenzó a golpearle con su mano derecha en la cara repetidas veces, la sangre que comenzó a ver en la cara de James no sabía si era zulla o de Potter, y nada le importaba, quería acabar con Potter en aquel momento, se había metido con una de las pocas cosas que apreciaba y era su varita.

-Me harás que idiota! no sabes con quien te estás metiendo!

Sabía que con eso rompería los esquemas de Malfoy, quese transformaría luego de aquello. James sonrió al ser golpeado en el rostro, dejandolo solo por un momento. Enganchó si rodilla justo bajo el rubio y golpeó su entrepierna con todas sus fuerzas, aquello le dejaba tiempo, para limpiarse, acomodarse la ropa y tomar su varita.

Y asi lo había hecho, se pasó el puño del buzo quitandose la sangre y lo hizo levitar hacia arriba otra vez, dejandolo caer, asi una y otra vez.

Valla que era mas bajo que nada, pero recibiría lo zullo, cada golpe solo acrecentaba el odio, ya no podía aguantarlo mas, así que aprovecho para estirar su mano lo mas que pudo y arrebato de su varita a un alumno incauto que miraba el espectáculo, sin pensárselo grito.

- Expelliarmus

Y vio de nuevo salir volar su varita, aunque en mal momento, cayó al suelo y se dio un fuerte golpe, aunque no perdió el tiempo y gracias a la adrenalina no sentía tanto dolor, aunque después lo sentiría, sin chistar apunto a Potter y sin miramientos, sin deberla ni temerla grito.

-Crucio!!!

Solo miro como Potter se derrumbaba por el dolor, incapaz de hacer nada, mientras el descargaba toda su furia con aquel hechizo, no lo detenía y tampoco veía a los horrorizados alumnos que miraban aquella escena.

Miró como el chico dazaba en e aire, desde el techo al suelo y biscersa, pero no alcanzó a llegar al décimo que su varita no estaba en su poder. Ni lento ni peresozo el Gryffindor corrió hacia él para golpearlo cuando es te cayó mal.

Una descarga le dió de lleno en el pecho hasta hacerlo caer como una bolsa de papas al suelo, jadeó con fuerza ante el dolor que sintió luego, uno de los maleficios prohibidos, Malfoy al fín se había arriesgado. No dejó de retorserse en el suelo, no pediría clemencia, la clemencia era para los cobardes.

Termino el hechizo y como si nada fue a donde su varita, esta estaba rota de par en par pero aun tenia remedio, le hizo un hechizo reparo y la varita se unió de nueva cuenta, tiro la otra y tras ver los rostros que hay había regreso su vista a Potter, estaba satisfecho con lo que había hecho pero aun no acababa, los maestros de seguro venían en camino debía ser rápido.

-Petrificus Totalus

Le lanzo este hechizo a Potter y tras esto rápidamente comenzó a lanzar oblivate a diestra y siniestra asegurándose de que solo se borrara lo suficiente, y para mas de su fortuna solo eran unos cuantos alumnos de cursos menores, así que no resulto difícil, estaban muertos de miedo y quien no lo estaría, haber presenciado una maldición imperdonable lo ameritaba, al terminar vio a los alumnos que los miraron estupefactos, recordaban hasta el Expelliarmus y nada mas, sin perder tiempo se acerco a Potter y se agacho quedando a su lado.

-Potter, joven estúpido e inocente, es tu turno de olvidar y nada puedes hacer.

Se levanto y pensó Obliviate, y acto seguido hiso que Potter olvidara lo propio, antes de que algo mas pasase salió caminando a toda prisa con la cara cubierta en sangre, una vez estuvo a una distancia pertinente deshizo el Petrificus y grito.

-Espero verte pronto Potter, peleas muy bien!

Y salió del comedor, desapareciendo todo rastro de él, los rumores correrían como el agua, pero nada acerca de una maldición imperdonable, no había duda del porque Voldemort le quería en su bando.

Lo que siguió no fue a mejor, su cuerpo perdió toda movilidad mientras por dentro sentía aún el fuego del hechizo imperdonable. Los niños gritaban y algunos se escondieron tras las mesas para que no les llegue nada. Malfoy comenzó a desmemoriar a estos como un loco. El muy cobarde prefería huír antes de enfrentarse a lo que había hecho.

Despues de horas en la enfermería James despertó sin recordar más que unos cuantos hechizos, y él dolor era insoportable.

- Fin del Rol -