Tamaña Injusticia.[Libre]

Debía limpiar el excremento de los hipogrifos. ¿Castigado? Talvez. Si! Todo por enviar papelitos voladores a Lucius con cara de serpiente en la clase de Pociones. Terrible injusticia. Él era inocente. Ultimamente Sirius se estaba portando bien, era más responsable.. andaba en algo raro.

James refunfuñaba cargando la pala y la bolsa que le había dado. El bosque no era ninguna amenaza, lo conocía de memoria, todos sus rincones, cada noche de luna llena lo recorría a cuatro patas. Hizo una mueca al sentir algo húmedo al pisar y no quizo mirar pero no pudo resistirse. Aquello era enorme, blando, casi negro, cagada de hipogrifo.

Estaba paseando por los jardines, Harold quién sabe dónde se había metido y a mí me apetecía dar una vuelta por el jardín, así que salí del castillo y me dirigí hacia el bosque, donde seguramente podría tener un tiempo a solas para pensar y relajarme.

En eso estaba cuando vi a lo lejos a mi querido "cuñado" recogiendo quién sabe qué, por ahí. Sonreí un poco burlona y me dirigí hacia donde estaba con los brazos cruzados sobre el pecho

- ¿Castigado, James?

James hizo una mueca de asco mientras se quitaba las zapatillas, aquelllo era un trabajo arduo, pero alguien tenía que hacerlo. Y a quien habían elegido? Bingo! A él, la vida era injusta. Luego de descalzarse el castaño siguió recogiendo aquel montón con guantes. Giró el rostro para ver a Sarah a unos pocos metros de él.

- Noo, me gusta hacerlo.. sabes que esto es bueno para el cutis? - bromeó alzando una ceja y caminando hacia ella con esa sonrisa devastadora, de travesura.

Ver la sonrisa de travesura de JAmes me hizo reír, aunque todo mundo estaba seguro de que los Gryffindor y los Slytherin no podían llevarse bien, yo me divertía mucho con James y me parecía un chico muy simpático. Claro que jamás diría eso en voz alta.

- ¿Ah sí? Pues con razón tienes un cutis tan terso James, muchas chicas morirían por saber tus secretos de belleza. - le seguí la broma mientras le sonreía y le guiñaba un ojo.

James se carcajeó con fuerza, imaginando a todas las chicas que se pondrían aquella porquería si diría aquello, era una buena idea, sin duda. - Quieres ser la primera en probar? - preguntó ya cerca de ella, con un montón de excremento en la mano, divertido. Si hubiera sido otra Slytherin no hubiera dudado en lanzarle de una, pero Sarah le caía bien.

- Que haces que no estas a los besos con mi hermano querido? - en su voz se notaba que aquello no era para nada de su agrado, antes podía ser que no le interesara lo que hacía Harry. Cuando se había metido con Lily todo había cambiado.

Escuché que James me proponía ser la primera en probarlo y yo me alejé dos pasos de él

- Atrévete a hacer eso y te dejaré estéril, James Potter - amenacé al chico retrocediendo de nuevo, pero al ver que sólo lo decía para molestar, detuve mi retroceso. Su pregunta acerca de Harold me confundió un poco, a JAmes poco le importaba si HArold y yo estábamos juntos - no lo he visto, además me apetecía dar un paseo por ahí

¡Auch! Aquello dolía hasta de escucharlo. James se llevó una mano a la entrepierna como protección y se encogió de hombros al escuchar su comentario. - Ten cuidado, mi hermano es un traidor.. - murmuró casi para si, lo más bajo posible, si ella lo escuchaba bien, sino tambien. El capital de Gryffindor siguió juntando excremento de Hipogrifo del suelo, si no terminaba hasta que el profesor llegara estaría en graves problemas.

ME reí al ver la expresión de JAmes cuando dije que lo dejaría estéril, sin duda el menor de los Potter tenía un encanto especial, además de uqe era espontáneo y se veía que las cosas las decía como se le ocurrían. Pero me quedé callada y seria al escuchar su último comentario con respecto a HArold.
Me sentía un tanto mal por James, porque sí parecía estar enamorado de la pelirroja, pero es que era una sangre sucia y James merecía algo mejor, quizás con el tiempo se dé cuenta de ello.

- ¿Y ahora por qué te castigaron James? - pregunté para desviar el tema de la conversación

Juntó un montón más y cerró la bolsa con un nudo simple, eso de recoger aquello sin magia no era nada bueno. Se sentó bajo un árbol a descansar de aquello - Una tontería en la clase de pociones.. - contestó el chico encojiendose de hombros y quitandose los guantes sucios mientras. - Solo molestaba a Malfoy, tu querido amigo.. - le sonrió, él sabía que no era correcto hablar mal de los amigos de uno, pero no podía con su espontaneidad, le salía solo. Le dejó un lugar a su lado junto al árbol por si se quería sentar junto a él.

James fue a sentarse bajo la sombra de un árbol y yo dudé unos segundos antes de irme a sentar junto a él, de cualquier modo nos vería ahí ya que los estudiantes teníamos prohibido venir aquí. Era muy agradable estar con James, diferente a estar con mis amigos de Slytherin, la conversación con James era fluida y jamás me sentía incómoda por nada, además me divertía estar con él.

- Bueno, no me sorprende que Malfoy sea el culpable de que estés aquí...aunque si aceptas mi consejo, deberías dejar estos conflictos James, no me gustaría que te hicieran algo - susurré la última parte con la cabeza baja. Me preocupaba James, esa era la verdad, él y los merodeadores no eran del agrado de los SLytherin para nada, sólo que los Slytherin sí que son capaces de herirlos.

- Dejar los conflictos? Ellos buscan pelea, no se los dejaré facil.. - contestó el orgulloso Gryffindor jugando con una rama del piso, dibujando en la tierra el rostro de una chica. Bien sabía que él tambien les buscaba, los molestaba, no les tenía miedo.

Desdibujó a Lily pasando la rama desprolijamente, ella no merecía que la dibujara nadie, estaba con su hermano. James miró a Sarah arqueando una ceja - Puedo preguntarte algo? - ya lo había hecho despues de todo.

Vi como James dibujaba algo con un pedazo de madera, y luego lo desdibujaba del mismo modo, seguramente no podía dejar de pensar en Evans y a mí no me gustaba verlo tan deprimido, cuando me preguntó aquello, dudé un poco. Si me preguntaba algo relacionado al beso que se habían dado Harold y Lily, yo tendría que mentir, y sinceramente no tenía ganas de hacerlo, no a James.

- Pues puedes hacerlo, pero no te garantizo una respuesta - dije esbozando una débil sonrisa -al fin y al cabo sigo siendo una Slytherin

Asintió con pereza mientras se estiraba y quedaba practicamente recostado, con la cabeza apoyada en las piernas de ella, era una Slytherin si, pero no como los demás, lo sabía. James tragó saliva y tomó la mano de Sarah, se la puso en el cabello para que lo mimara un rato.

- Sabes que es lo que puede tener Harry que no tengo?? - preguntó al fín cerrando los ojos y relajandose, hacía días se hacía la misma pregunta, y ninguno de sus amigos le daría una grata respuesta aunque intentaran animarlo.

James se sentó con su cabeza en mi regazo y yo sonreí cuando tomó mi mano y la dirigió a su cabello, yo comencé a hacerle piojito cariñosamente, cosa no muy común en mí ya que a Harold no le gustaba mucho que me mostrara tan afectuosa.
Escuché la pregunta de James y no pude evitar morderme el labio con algo de pesar. ¿Qué tenía Harold que James no? Eso sólo podía venir por lo ocurrido con Lily. Sabía lo que James había visto; nos había visto a Harold y a mí en uno de nuestros apasionados encuentros, así que no me sorprendía que preguntara eso.

- James, no vale la pena que te atormentes por eso, tú vales mucho por ser tú, no tienes que buscar comparaciones con Harold, porque eso no va a resolver nada. Tu hermano es fuerte y seguro de sí mismo, tú eres un chico espontáneo, dulce y honorable. - me incliné un poco y le di un beso en la frente, quizás llevada por el arrepentimiento.

James escuchó aquellos elogio y no hizo más que sonreír mientras se dejaba mimar como un gatito mimoso, adoraba que le acaricien el cabello y ella lo hacía perfecto, no tanto como Llily, pero ella era una traidora. - Además soy el más guapo del colegio, capitan de Gryffindor y el mejor en todo.. - contestó tan arrogante como tierno, haciendo una pausa para acomodarse más, sus mimos lo adormecía y él no tenía pena alguna para dormirse en los brazos de su amiga secreta.

No pude evitar sonreír divertida ante las palabras de James, si alguien más me dijera eso de sí mismo, le diría que era un idiota, pero él era James Potter y él sabía como decirlo para que sonara gracioso.

- Eres eso y mucho más, James - le susurré mientras lo miraba acomodarse más. Yo volví a sonreír, esta vez con dulzura mientras lo veía. Sí, sabía que todo el mundo me conocía como la fría Sarah, pero también sabía que con James podría ser tierna.

- Tu eres buena, no como tus amigas.. y el idiota de mi hermano.. - murmuró abrazandose a su cintura. La escuchó reirse, amaba hacer reír a la gente, que se burlara de la vida como él mismo lo hacía. En cada suspiro una risa se perdía, no se podía andar por allí amargado.

- Nunca podrías hacer algo para perjudicarme verdad? Porque yo no lo podría hacer.. - tomó su mano para jugar con ella.

Y de sentirme alegre con James, pasé a sentir una culpa terrible. Cerré los ojos y me mordí mi labio inferior fuertemente. James creía que yo era mejor que Linna o Bella, cuando yo era peor que ellas, había ayudado a Harold a que James terminara con Lily y ahora él iba y le decía que nunca haría nada para perjudicarla. Se me hizo un terrible nudo en la garganta y eso me sorprendió, pues yo nunca me arrepentía de nada, yo nunca sentía culpa por nada, pero ver a James de ese modo había quebrado mis defensas como nunca nada ni nadie había podido hacerlo.

- No soy tan buena como tú quieres pensar, James - susurré mientras dejaba que él tomara mi mano, mientras que con la otra seguía jugando con sus cabellos - me gustaría ser la persona que tú crees que soy, lamentablemente no es así...y no creo que eso pueda cambiar.

- Yo solo creo lo que veo, y eres una persona distinta cuando estoy contigo.. -contestó soltando su mano y sentandose frente a la rubia. Intuía por sus reacciones que algo le estaba ocultando. James ladeó el rostro y la miró esperando le dijera algo, al menos que lo insulte y le lanzara un avada kadavra. Prefería aquello a no saber lo que ocurría. - Heey, sé que causo la mudez porl o guapo que soy pero dime que no me equivoco al ser tu amigo.. - le pidió tomandola del mentón.

James tenía razón en muchas cosas, cuando estaba con él, yo era distinta, era cariñosa y me reía mucho. James me hacía sentir bien y su presencia siempre había sido grata, pero en estos momentos me sentía muy mal, porque por más que quisiera a James, mi lealtad era hacia Harold, y ello conllevaba mentirle al dulce chico que estaba conmigo.

- Tú me haces sentir una mejor persona de lo que en realidad soy, James, contigo no tengo que fingir, pero también debes de saber que hay cosas que no puedo cambiar de mí misma. - le contesté al chico y luego me reí cuando dijo que su belleza me había dejado callada, sentí su mano tomar mi mentón y lo miré a los ojos ¿qué debía contestar? - Claro que no te equivocas, seré toda una tumba, aunque debes comprender que a mi casa no le hará nada de gracia saber que somos amigos.
Sonreí "tiernamente" sintiendo que me quebraba por dentro, cuando James se enterara de la verdad, jamás me perdonaría.

- Y porque no eres asi cuando quieres, no puedes andar por la vida fregandole los calzones a los que se creen mejor que ti Sarah.. - murmuró, no comprendía aquello, era demasiado cabezota para hacerlo. James se puso de pie y comenzó a caminar descalzo por la grava. - No lo entiendo.. - volvió a quejarse pateando la bolsa de excremento que habíadejado a un costado.

- Potter, has terminado tu tarea? - se escuchó cerca de ellos, el profesor se acercaba a ellos para revisar que todo estuviera reluciente. James miró a Sarah yl uego hacia donde se acercaba el profesor.

Escuché todo lo que James dijo y negué con la cabeza, no podiá estar más equivocado con la percepción que tenía de mí y de mis relaciones con los miembros de mi casa, él se levantó del suelo y comenzó a caminar de un lado a otro sin dejarme decirle nada. En ese momento, el profesor se acercó preguntando por la tarea, yo saqué mi varita y con ella recogí todo lo que faltaba. Al ver a Slughorn, sonreí y me levanté, lo bueno de ser de su casa y de ser de buena familia, es que te tenía aprecio.

- Potter ya terminó señor y vi que lo hizo todo sin su varita - le dije con mi sonrisa más encantadora y el profesor se fue ya sin decirle nada al chico, cuando se alejó lo suficiente, empujé a James hasta que quedó recargado en el tronco del árbol - Escúchame muy bien James, si contigo soy tierna, es porque me nace hacerlo, pero yo no soy así, tú crees que me conoces, pero no lo haces, soy como las demás Slytherin que conoces, miento, manipulo a las personas, hago lo que quiero sin importar las consecuencias, no me importan las demás personas, no hago nada si no es en mi propio beneficio. Así que mejor recuerda todo eso.

Me dolía hablarle así, pero no podía seguir ocultándole tantas cosas a James, él debía saber todo eso y si ya no quería ser mi amigo, lo entendería, me dolería, pero no se lo demostraría nunca.

Observó como el profesor se fue sin decirle nada, agradecido de que Sarah hubiera hecho aquello caminó hacia ella para abrazarla, pero lo que recibió fue solo un empujón hacia el árbol. James la observó mientras hablaba, podía mentirle, finjir ser tierna, al fin y al cabo hasta las chicas de Gryffindor eran traidoras, hasta su Lily, no se podía confiar en nadie ya.

- No me toques las narices Slytherin, si eras mi amiga era por algo, siempre por algún beneficio no? Genial, vé a decirles a tus amiguitos lo que has conseguido, yan o me importa - el castaño se sseparó sin ser bruco con ella y caminó en dirección opuesta a la del castillo, hacia el interior del bosque.

Medité un segundo, ¿debía ir tras él? sinceramente, deseaba hacerlo, quería asegurarle que mi amistad hacia él era genuina, que jamás traicionaría la confianza que me había dado. Pero por otro lado pensaba que dejar las cosas así sería lo mejor. Si él seguía con su vida y yo con la mía, apartados, y en bandos distintos, las cosas les irían mejor.
Pero yo era una persona egoísta y no quería estar sin él, me gustaba tener un amigo como él, así que fui detrás de James y cuando lo alcancé tomé su brazo para darle la vuelta.

- James, lo siento, no quería sonar tan ruda, y antes de que te vayas quiero que sepas que no me hice tu amiga por conveniencia, sino porque de verdad siento un cariño especial por ti, jamás diré nada de lo que me contaste, te lo juro - me acerqué y besé su mejilla - y por cierto, lo que te dije hace rato, lo pienso de verdad.
Sin esperar más, yo me di la vuelta e inicié mi camino de regreso al castillo.

Una y otra vez, como un vaiven, Sarah decía una cosa y luego otra, James la miró un momento, sin siquiera escuchar sus palabras, cuando algo se le metía en la cabeza no había forma de hacerlo entrar en razón. Al tiempo que Sarah se dió la vuelta él ya había desaparecido. Un hermoso ciervo corría por la espesura del bosque. Allí como un animal no necesitaba de frialdad ni mentiras, solo estaba él corriendo, saltando, libre.