Haciendo su mejor esfuerzo [Sarah][+18]

Harold sonrio de lado - creo que he hecho una buena eleccion - dijo con una sonrisa y la beso lentamente, el asintio cuando ella dijo que se lo pusiera tomo el anillo de la caja para despues tomar su mano y colocarselo, se veia tan hermoso y no le quedaba grande ni pequeño, era la medida perfecta. - ¿te casarias conmigo? - dijo sabiendo ya la respuesta mientras la acurrucaba en sus brazos, necesitaba escucharle de nuevo decir que si

Harold me puso el anillo y volvió a preguntarme si me casaría con él. Yo vi el diamante brillando en mi dedo y sonreí amplaiamente mientras me lanzaba a sus brazos y lo besaba con toda mi alma y con todo el amor y la pasión que sentía por él.

- Sí, Harold, sí, sí, sí, me casaría contigo 20 veces si pudiera - dije mientras me dejaba mimar entre sus brazos. Este momento no lo había imaginado así. Pero por Dios que era perfecto, así me encantaba, así éramos HArold y yo, impredescibles.

El se rio cuando su efusividad lo mando a la cama de nuevo, la envolvio en sus brazos, para despues buscar sus labios, - todas las veces que quieras - dijo con una gran sonrisa mientras la comenzaba a besar una y otra vez. La cena habia sido olvidada, ahora solo interesaba que ellos dos podian estar juntos plenamente.

No podía apartar mi mirada del anillo, era bellísimo, ni en mis sueños me había imaginado algo tan hermoso. Me quedé acurrucada en los brazos de Harold y comencé a hacer figuras imaginarias sobre su pecho. En ese momento entró una ráfaga de aire frío y yo me metí entre las sábanas y miré a Harold con una sonrisa tierna.

- Amor, métete conmigo - le pedí abriendo mis brazos para poder sentir su calidez a mi lado. - No quiero separarme de ti esta noche, no quiero moverme de aquí si no es contigo

El sonrio y se acomodo debajo de las sabanas, para colocar su cabeza entre sus senos, adoraba dormir entre ellos - extrañaba tanto tus brazos - dijo mientras acariciaba su vientre, tenerla a su lado era lo que mas extrañaba, su calor, su sabor, a toda ella.

Olisqueo un poco entre sus senos, dejando un beso ahi y comenzo a subir a su cuello.

Mientras Harold se acomodaba en mi pecho, yo sonreí y cerré los ojos mientras acariciaba su cabello suavemente. Me había tardado mucho, pero por lo menos había valido la pena, Evangeline Missen jamás volvería a estar entre los dos. Aunque le había jurado a Harold que yo no le haría daño, tenía un par de amigos, aparte de Crhis, que se podrían encargar de ella si que Harold sospechara de mí.

- Yo también te extrañaba mucho Harold, estar contigo sin poder hacer esto, era terrible, pero aquí estamos y creo que superamos esto...bastante bien

El sonrio levemente y busco sus labios - no puedo estar con nadie mas que tu.. no se como lo acepte antes - el bajo su nariz por el cuello de Sarah y comenzo a dejar besos despues mordiditas, adoraba poder tenerla ahi para el, sus manos se colaron para acariciar sus senos, queria tocarla toda, ahora que ella era solo suya, aunque siempre fue asi.

- Antes las cosas eran distintas entre ambos, no queríamos lo mismo que ahora, además, yo no era celosa antes, ahora más vale que nadie se te acerque - dije mientras acariciaba sus cabellos y sentía sus labios recorrer mi cuerpo, era delicioso sentirse así. Moví un poco mis piernas y entonces sentí un terrible dolor en mi pierna izquierda y no pude evitar gritar

Cuando ella grito Harold se separo rapidamente, observo su mueca de dolor - que pasa? - dijo completamente asustado, su mente habia quedado en blanco al oirla gritar de esa manera, empezo a buscar algo, pero ni idea de que, pero queria ayudarla, se sento y la tomo en sus brazos - Sarah.. dime.. -

Harold se sentó y me acomodó en su regazo, a lo que yo quité la sábana para ver por qué me dolía mi pierna, y la verdad me asusté porque tenái un animal muy feo pegado a ella, al parecer me había mordido.

Aquello me asustó aún más y otro grito escapó de mi garganta, pues no sólo me había mordido sino que parecía beber mi sangre.

- Harold, quítamelo!! - pedí muy asustada

Observo aquello y maldijo sin poder evitarlo - puede doler - le informe mientras sacaba la varita y con un hechizo alejaba a aquel animal, habia quedado una herida en la pierna de Sarah, - vamos a San mungo - dijo alarmado no sabia que era aquello pero no queria que le pasara nada a su prometida, maldijo, - no debi traerte aqui -

HArold me dijo que aquello podía doler, pero verdaderamente no me importaba, sólo quería que esa cosa no estuviera en mi pierna así. Él lo alejó con su varita y yo me mordí el labio para no gritar. Lo mejor sería ir a San Mungo, como él decía y yo asentí pero me sentí mal al oírlo decir que no debió de haberme traído. Yo acaricié su mejilla mientras una sonrisa débil curvaba mis labios.

- Esto no es tu culpa, mi amor, y con todo y esto, ha sido una de las mejores noches de mi vida - le dije aún con la sonrisa.

Pero aunque no quería preocuparlo, no podía evitar sentir cómo mi cuerpo empezaba a debilitarse, tenía mucho frío y comenzaba a sudar. Quién sabe qué fuera esa cosa que me mordió, pero debíamos ir a San Mungo ya.

- Harold, ayúdame a vestirme - le pedí notando como no podía moverme mucho sin agotarme

Verla asi le dolia demasiado, el se coloco sus boxers y busco la ropa de ella, aquel bicho se le acerco arañandolo levemente, arto de aquella cosa la mato con su varita, no podia permitir que lastimara a Sarah mas, no le dio importancia al razguño que le habia ocasionado, se acerco a ella y la sento en la cama mientras la vestia lentamente y con cuidado, tratandola delicadamente, acomodo su ropa lo mejor que pudo para despues empezar a vestirse el - ya nos vamos.. - le dijo mientras se colocaba la camisa sin abrocharsela y se acercaba a ella, recogio todo con un movimiento de Varita y tomo a Sarah en brazos.

Observé a Harold incapaz de decir nada, me sentía muy cansada. Él me vestió con cariño y dulzura, cosa que yo le agradecía infinitamente. Mató al animal y una vez que ambos estuvimos vestidos, me tomó en brazos. Yo sólo alcancé a apoyar mi cabeza en su pecho. Cada vez me sentía más cercana a la inconsciencia. El cuerpo me dolía y tenía cada vez más frío, incluso sentía ese temblor que se había adueñado de mi cuerpo.

- Harold...esto...esto no es tu culpa...te amo - susurré pensando en que no quería hacerlo sentir mal

- me voy a desaparecer - el ya tenia la edad para hacerlo - por favor sigue hablando.. debes mantenerte conciente - en su voz se notaba la gran preocupacion que no creyo conveniente aparacerse, asi que saco su varita y toco un plato, aquello seria a translador, era mejor asi o podrian terminar mal los dos, se acero y beso a Sarah - no te atrevas a dejarme ahora - dijo ya desesperado, si la perdia el no podria con aquello.

off=seguimos aqui? abrimos otro?