Ni que fuera para tanto [libre]

Respiré profundamente unos segundos y conté hasta diez en mi mente. Estaba pensando en aceptar todas las condiciones de Lucius, lo que fuera con tal de que no se entrometiera en mi vida simplemente por el placer de hacerlo y de hacerme enojar.

La verdad es que la relación entre Lucius y yo siempre había sido así, y a pesar de todo el chico seguía cayéndome bien. Pero esto estaba volando límites, quizás debería de dejar esto por la paz y decirle a Harold que lo arregle él mismo. Sin embargo, no deseaba darle esa satisfacción a Lucius, no señor.

- Mira Lucius, seamos honestos, ambos sabemos que estás utilizando esto para divertirte a mis costillas, pero de verdad que para mí es muy importante lo de mi compromiso con Harold, quizás tú no lo entiendes porque a ti te importa un comino el tuyo con Narcissa. Así que, decídete ya Lucius, vas a pedirme algo en serio o mejor te borro la memoria y me libro del problema, que tus jueguitos me hartan y me aburren.

-Venga, deberías tomártelo con mas calma, fuiste tu la que hiso esto mas grande de lo que es, por mi mente nunca paso decir nada. De mi parte no te preocupes, no diré nada, pero no se te ocurra tratar de borrarme la memoria o algo parecido...

Menciono una vez regreso en si, acto seguido se puso de pie por completo y miro hacia la puerta, aun tenia cosas que hacer, no podía la tarde entera molestando a Sarah, aunque la idea era tentadora, tenia otras cosas que ocupaban su tiempo.

-Bueno, me retiro, y ten mas cuidado para que no regreses aquí.

Dijo de último y emprendió la marcha a la puerta.

Me sentí terriblemente furiosa cuando Lucius dijo que él nunca había pensado en decir nada. De verdad ese hombre lograba sacarme de mis casillas más que nadie en el mundo. Me sentía terriblemente molesta, y Lucius pagaría esta, no me importaba si después divulgaba lo del compromiso, pero él no iba a salirse con la suya, no conmigo.

Vi cómo Lucius se encaminaba hacia la puerta y yo me paré en el pasillo y lo miré fijamente mientras cruzaba mis brazos sobre el pecho para luego alzar la voz.

- Esta la pagarás muy caro Malfoy, ya sabes que yo no soy víctima de tus jueguitos...más te vale que te andes con cuidado

Se detuvo antes de salir, valla que no podía tragarse sus palabras e irse sin mas, y tampoco pretendía hacerlo, le agradaba pelear, algo extraño, aunque a veces resultaba mal sin embargo eso le importaba menos que nada, siempre regresaba y debía ganar una discusión, esa era una de sus debilidades. Sin más dio media vuelta y miro a Sarah desafiante.

-Si vas a hacerme algo, hazlo ahora!

Menciono casi molesto, y acto seguido le lanzo su varita a los pies, no estaba preocupado, las peleas con Sarah eran parte de su día a día, y sin importar cuanto se molestaran, siempre volvian a hablarse, aunque sabía que si le provocaba demás, todo podía salir muy mal para él.

Me reí ante la reacción de Lucius, ése siempre había sido su problema, que se cobraba todo en el momento, se dejaba guiar por sus impulsos y eso era algo que yo había aprendido a controlar.

- Ese es tu problema, Lucius, que no aprendes a controlar tus impulsos ¿acaso no sabías que la venganza se sirve mejor fría? - le pregunté mientras tomaba su varita del suelo y me acercaba a donde él estaba parado. Le metí la varita a la bolsa de su pantalón y luego me acerqué más para hablarle al oído - Conmigo no vas a jugar, Malfoy, así que ten cuidado

Cerro los ojos y un suspiro escapo de sus labios, ella era la única, con excepción de James, que lograba sacarle de sus casillas, sin embargo esta vez no iba a salirse con la zulla, antes de que esta se separara hiso lo mismo que ella, se acerco a su oído mientras comenzaba a hablar en un tono desafiante.

-No pretendo jugar contigo Sarah, se que no eres la clase de chica con la que se puede jugar...pero deberías tener mas cuidado con tus palabras.

Y acto seguido una sonrisa se dibujo en su rostro, la misma de minutos atrás.

Sentí el aliento de Lucius en mi oído y me mantuve quieta mientras hablaba, yo no pude evitar que una sonrisa curvara mis labios ante se amenaza y alcé mi mirada hacia la suya.

- Tú eres el que debe de tener cuidado Malfoy, porque aquí el que lleva las de perder eres tú, no yo - contradije y luego le arreglé la corbata sólo por juego - por cierto ¿conoces a Evangeline Missen?

La pregunta que le hiso le dejo atónito, a que se debía?. No! no podía perder el control, así que sin siquiera inmutarse continuo mirándole a los ojos, con esa expresión seria que mantenía de minutos atrás.

-Crees que todos estamos a tu merced Sarah?...yo no entro en tus victimas... Hizo una leve pausa. -Y a ti que te puede interesar a quienes conozco?

Trato de parecer lo mas indiferente posible, pero el solo escuchar ese nombre hacia que llegaran sensaciones a él, agradables, pero que dejaban al descubierto muchas cosas de si.

Continué mirando a Lucius fijamente, la ventaja de visitar a los Potter cada verano y en Navidad me daban unas oportunidades increíbles, James me había mostrado el mapa que él y sus amigos habían inventado y yo había logrado hacer una copia sin que él supiera. Y vaya coincidencias de la vida, abrirlo en un momento preciso ayudaba bastante.

- Yo que tú no me confiaba de ello, Lucius, pero lo dejaré así y lo de Missen era una simple pregunta, parece ser que ella es como tú, pero en mujer, va y se acuesta con el primero que se le pone enfrente- le respondí dándole un beso en la mejilla con el mero placer de molestarlo.

Estuvo a punto de hacer algo de lo que muy seguramente se arrepentiría mas adelante, pero logro contenerse y hacer como si nada sucediera, sus ojos no se movían un segundo y solo rompía el contacto visual para parpadear, como demonios sabia algo Sarah?.

-Es que acaso sientes celos Sarah?

Si, el también sabia jugar, y cuando se trataba de algo así, podía emplearse a fondo y ser alguien realmente malévolo, cuando se encontraba en ese estado, podía incluso decir cosas que, si estuviera tranquilo, jamás pensaría en decir.

Esperaba una reacción, por mínima que fuera por parte de Lucius, y estaba segura de poder encontrarla, además odiaba que él creyera que lo sabía todo, eso sí que podía sacarme de mis casillas, ya era tiempo de demostrarle que no sólo él sabía cosas.

- ¿Celos de qué Lucius? ¿De ser una cualquiera que se acuesta con quien sea? No muchas gracias - le sonreí ampliamente.

Si había algo que me enorgullecía es que nadie podría decir de mí cosas como esas.

Una burlona sonrisa se formo de nuevo, bien, quería jugar, estaba bien, pero lo hacia con la persona equivocada, muy posiblemente todos en el castillo cedían, pero el no era uno mas, ya se vería quien era mejor. Dio un paso que hiso retroceder a Sarah, no le gustaba sentirse aprisionado.

-Me había citado a las nueve Sarah, y no creo que fuera para conversar civilizadamente.

Rio levemente, y después se acerco a ella, esperando una respuesta, que seguramente seria tonta, no podía contestar nada, ya que sola se contradecía.

Sonreí victoriosamente, no porque Lucius lo admitiera, de hecho había algo qeu él no sabía, afortunadamente, y ahora me daba armas para poder hacer lo que deseaba y me había dado una valiosa aliada.

- Sí, claro, como supuse, otra más de tus cualquieras, pero total ella está igual de usada que tú, supongo que ahora le irá a rogar a su noviecito que le perdone el "desliz" ¿y tú qué harás Lucius? Supongo que lo de siempre, ser un hipócrita a la hora de hablar con Cissy, eres tan poco hombre, que de verdad no entiendo como pudieron comprometerla contigo - le dije a Lucius

Valla, si que sabía defenderse, pero aun tenía un largo camino por recorrer antes de ponerse a su altura, las simples ofensas no bastaban con él, pero al parecer ella no lo sabia.

-No evadas mi comentario, no ibas a acostarte conmigo y se una mas de mis cualquieras? ah y por cierto yo no te e confirmado nada o negado Sarah, no saques conclusiones apresuradas, ya que por eso se te puede escapar valiosa información.

Menciono haciendo referencia a lo de su compromiso, si, comenzaría levemente y luego dependiendo de su reacción y respuestas, actuaria.

Sonreí un poco, touché ciertamente no era bueno jugar con Lucius, pero yo tampoco era una blanca palomita.

- Sí, pero da la casualidad Malfoy, que yo no te cité porque me derritiera por tus encantos, que ciertamente no tienes, lo hice porque tú querías ver hasta donde yo podía llegar. Y puedo asegurarte que no hubieras ido - le sonreí de nuevo, siendo honestos, yo no me habría aparecido, no hasta asegurarme de que él llegaría. - Escapar valiosa información ¿cómo qué? ¿Que tú y Missen se acostaron? Dios eso no me sorprendería, son tal para cual, y siendo honestos Lucius, eso ya no es nuevo viniendo de ti, hay un sinnúmero de chicas en tu haber y además de eso, no eres nada.

No podía evitar reír, le seguía ofendiendo con pequeñeces, cosas que estaba acostumbrado a oír y que no le afectaban en lo mas mínimo, sin embargo estaba dispuesto a seguirle el juego.

-Quizá no sea nada Sarah, pero a que se debe tu resentimiento con ella, aun ni superas lo zullo con Harold? entiéndelo, ya paso, esta muerto, o es que acaso hay algo mas?

Le cuestiono con cierta curiosidad, no se lo había preguntado hasta ese momento, había sido extraño que le preguntara por Evangelie, pero aun más que fuera tan hostil hacia ella.

Lo miré reír y yo negué con la cabeza, esa actitud suya lo llevaría al fin, de eso estaba segura, todo le valía y aparentaba que nada le afectaba, pues que siguiera con esa actitud, yo no estaba ahí para buscar su punto débil, ciertamente me daba igual.

Cuando hizo las preguntas acerca de Missen yo mantuve mi expresión, ya me había pillado desprevenida una vez, no lo haría de nuevo.

- Suposiciones tuyas Malfoy, Missen es una cualquiera, no voy a rebajarme a su nivel, que claro es hasta el suelo. Y si te pregunté si la conocías, era mera curiosidad, el que se puso a la defensiva eres tú, de no haber nada, habrías contestado sí o no.

Suspiro y le alboroto el cabello, como si de una niña pequeña se tratara, no le iba a hacer caer, no así, si quería decir algo que en realidad le molestara, debía ser muy buena en eso, casi tanto como él.

-Sabes cual es la diferencia entre tu y yo Sarah? que a mi me importa un bledo a quien le comentes o no de mis aventuras, si le comentas a Narcissa, yo le informo el como te me ofreciste, y si aun así le comentas, créeme, me da igual, yo no soy un niño con el que puedas jugar, y tampoco alguien al que puedas manipular. Así que te propongo, llevemos la fiesta en paz, tú tienes más que perder.

No quería hacerlo, pero ella le obligo, le dijo la verdad, y así era, después de lo ocurrido últimamente, le importaba menos que nada lo que la gente hablara de él, tenia asuntos mucho mas importantes que atender.

Lucius me despeinó en un gesto que me molestó bastante, no era una niña para que me tratara así. Lo miré enojada y aparté su mano de mi cabeza para luego arreglarme el cabello.

- ¿Yo tengo más que perder? Me parece que no Lucius, porque tú podrás contarle a Narcissa que "me ofrecí" pero yo puedo contarle a Bella lo que le hiciste a James en frente de tantos niños en el gran comedor, y ambos sabemos que Bella le puede decir a cierta persona lo inútil e impulsivo que eres y así quedarías por completo fuera - dije haciendo referencia a los mortífagos.

Yo no iba a unirme a ellos, pero aún así conocía muchos de uss secretos, pues mi abuelo era fiel al Señor Tenebroso.

Negó con la cabeza aun sonriendo, eso que menciono eran otras palabras, pero se notaba que no sabía muy bien de que estaba hablando.

-Anda dile, que le cuente al Señor tenebroso que realice un Crucio en medio del gran comedor y salí como si nada hubiese pasado, que burlé a los maestros y demás, anda aslo, lléname de gloria Sarah.

La chica había comenzado algo que le era imposible ganar, pero era tan obstinada que no quería darse cuenta de ello.

A veces Lucius podía en verdad ser un iluso, él creía que lo cubrirían de gloria por hacer aquello, cuando yo sabía que las cosas le irían justo al revés, pues mi abuelo siempre me ha dicho que los mortífagos buscan sólo a los más hábiles astutos e inteligentes. Y Lucius no había sido nada inteligente.

- O mejor le digo a mi abuelo, él siempre ha sido un fiel seguidor y el Señor Tenebroso tiene muy en cuenta su opinión. Además nadie te va a llenar de gloria por lo que hiciste Lucius, fuiste idiota y descuidado, en un impulso casi te delatas y yo no creo que quieran a alguien así, te dejas llevar por tus impulsos y no eres capaz de seguir un compromiso de cualquier tipo, dudo mucho que eso te lleve a la gloria

-Y dime tu quien eres para cuestionar al señor tenebroso Sarah, si me escogió de entre todos, si vino personalmente a mi fue por algo, no solo por mi cara bonita o porque se un manojo de hechizos, pero has lo que creas correcto, yo no me interpondré, estoy seguro de lo que pasara, así que no tengo miedo.

Cada vez le retaba mas, pero era mas que evidente lo poco que conocía del tema, simplemente hablaba para ser quien se quedara con la ultima palabra, pero como era él, no le iba a dar ese privilegio, no tan fácilmente.

Ya, lo mejor era dejar las cosas por la paz, a ninguno de los dos nos convenía seguir con esto y yo ya tenía demasiadas cosas en la cabeza para tener que preocuparme por lo que decía Lucius. Además era mejor no decirle qeu ya de por sí mi abuelo no creía que fuera capaz de ser un mortífago.

- Sí, Lucius, ya, si lo que quieres es oírlo, bien: felicidades, ganaste, eres el mejor y el más inteligente mago del mundo, yo sólo soy una niña que no sabe de lo que habla- repliqué sarcásticamente para volverme a acostar en la camilla

No fue precisamente lo que esperaba, pero cedió, todo había terminado, al menos de momento, así que al verle recostarse, se acerco a ella y le miro a los ojos, iba a decir algo antes de irse.

-Por cierto...que te mejores...

Y acto seguido, dio media vuelta y salió de la habitación. Seguramente era increíblemente extraño que le deseara algo bueno después de una discusión así, pero esa era su manera de actuar, pasara lo que pasara, Sarah era su amiga o al menos así la catalogaba él.

Lucius se acercó hacia donde yo estaba acostada y me deseó que me mejorara para luego darse la vuelta, yo bufé y le aventé una almohada a la cabeza. Sonreí un poco después de ello, se sentía bien poder hacerlo.

- Sí, sí, que te castiguen un par de veces hoy - fueron mis buenos deseos para Lucius.

¿Algún día cambiaría nuestra relación? Yo sinceramente lo dudaba