El final de la Velada [Harold]

Cuando creí que no podía más, Harold me pidió que me mantuviera despierta, pero no podía, mis ojos se me cerraban, mi cuerpo me pedía a gritos que dejara aquello y me adentrara a la inconsciencia donde no sentiría nada. Pero Harold me había pedido que no lo dejara y yo no iba a abandonarlo, no ahora que nuestra vida juntos daba un giro en la dirección indicada. Así que con todo el esfuerzo del mundo abrí mis ojos y acaricié suavemente el pecho de Harold.

- No.... no voy a dormirme, voy a...voy a quedarme...con...contigo..te...te lo prometo

Entonces él tomó el traslador que nos llevó directamente a San Mungo, ahí un medimago me tomó en brazos y me llevó a una habitación, pero yo no quería dejar a Harold, yo quería que él entrara conmigo.

Cuando el medimago la quito de sus brazos el lo siguio - dejeme entrar - dijo en la puerta empujando para ver a su prometida mientras era recostada en una cama, pero fue sacado a empujones, le pedian que se tranquilizara - NO PUEDO! - grito desesperado, jamas se habia sentido asi, el perderla, para siempre lo ponia desesperado, no se comportaria si no lo dejaban estar a su lado, pero se lo impidieron el golpeo la puerta de la habitacion - AMOR ESTOY AQUI! - grito esperando la escuchara, el jamas habia perdido el control de el, hasta ese momento.

Escuché el grito de Harold y yo no pude más que quedarme ahí acostada mientras el medimago me preguntaba qué había sucedido. Le conté lo que pude del animal y el doctor asintió levantándose de la silla. Me dijo que me quedara tranquila, que había llegado a tiempo y que aunque la mordida podía ser mortal, yo tenía mucho tiempo. El medimago apareció una jeringa y me la inyectó en la pierna, cerca de donde me había mordido el animal, pero me dolió mucho el piquete y no pude evitar gritar.

El medimago me dijo que con eso me sentiría mejor, que ahora lo que debía de hacer era dormir. No tuve que oírlo dos veces, apenas lo dijo yo caí inconsciente.

Cuando la escucho gritar, el apreto sus manos, no podia soportar estar ahi, cuando el medimago salio, el le suplico que lo dejara entrar, ya le habia avisado a su abuelo pero no podria estar ahi por lo que estaba a su cuidado, Harold entro y se sento a su lado, tomando su mano acariciandole. Cuidandola.

Me sentía muy débil y cansada, casi no podía moverme y tenía mucho, mucho frío, pero no podía decir nada sólo quería seguir durmiendo. Sentí el momento justo en el que Harold se sentó a mi lado. cuando tomo mi mano yo se la apreté con las pocas fuerzas que me quedaban para que supiera que estaba con él.

- lo siento - dijo besando su mano, aquello habia sido su culpa el no debio llevarla a aquel sitio, harry ni siquiera notaba que tenia una ligera fiebre lo unico que queria era estar a su lado, beso varias veces su mano, estaria con ella hasra que despertara

Sabía que Harold se sentiría culpable por lo que me había sucedido, pero esto no era culpa suya y ahora yo no podía hacerlo sentir mejor, estaba demasiado cansada y no podía abrri mis ojos o mi boca. Lo que sí pude hacer fue acariciar su mano suavemente por unos segundos, no quería dejarlo así, pero mi cuerpo me pedía a gritos que descansara y durmiera...y eso fue lo que hice por quién sabe cuánto tiempo.

Harold la cuidaba ahi sin soltar su mano, el sonrio al sentir aquella pequeña caricia, no supo cuando pero se quedo dormido ahi sentado mientras la cuidaba, no se separaba por nada, el estaria ahi cuando ella despertara.

No habia sido nada grave por que habia actuado rapidamente pero si hubiera pasado algo mas, el jamas se lo perdonaria.

No sé cuanto tiempo dormí en realidad, pero cuando desperté me sentía débil, pero definitivamente mucho mejor. Me incorporé un poco y abrí mis ojos, adaptándome poco a poco a la luz que había dentro de la habitación. Al mirar a mi lado vi a Harold dormido en la silla y yo me quede sonriendo tiernamente.

Entonces tomé su mano suavemente, pero al notarla tan caliente, mi sonrisa se desvaneció. Puse mi mano en su mejilla y me asusté, no era normal que estuviera tan caliente. Entonces decidí que era mejor despetarlo y saber qué le pasaba.

- ¿Harry? ¿Amor? ¿Te sientes bien?

Las mejillas de Harold estaban sonrojadas, la fiebre habia aumentado mientras la cuidaba y a pesar de eso, el no se habia separado de su lado, tenia un dolor en la mano, una punzada que ya no sintio cuando cayo dormido, a lo lejos escucho que Sarah le hablaba, se movio un poco queriendo despertar pero la luz le era sumamente molesta - ¿estas bien? - dijo adormilado pero sin abrir aun los ojos, hundio su cabeza en las sabanas antes de ver a Sarah de reojo

Vi cómo Harold no abría los ojos y luego se hundía en las sábanas, verlo así me asustó así que le grité a la enfermera, ella apareció ni dos segundos después. Yo le expliqué lo que sucedía y momentos después el medimago que me había atendido entró. Yo le expliqué lo que sucedía y él dijo que probablemente Harold también tenía el veneno en su sistema.

Me asusté aún más, pues no sabía cuanto tiempo había pasado, pero el medimago me tranquilzó, el veneno por rasguño no viajaba tan rápido y aunque la recuperación de Harold sería un poco más larga que la mía, se curaría.

Lo acostaron en la cama junto a la mía y yo me levanté, con un poco de trabajo pero me senté a su lado y tomé su mano.

- mi amor, descuida, vas a estar bien...los dos vamos a estarlo

A penas y puso resistencia cuando fue sacado de la cama de Sarah y lo colocaron en la de al lado, estaba sumamente debil, algo que no se permitia nunca era aquello, el debia cuidar a Sarah por eso no se habia quejado pero aquello lo habia superado, escuchaba a los doctores hablar con su prometida pero el demasiado cansado para decir nada, cuando ella le hablo el uso todas sus fuerzas y cerro la mano que ella sostenia - estoy bien - mintio era mas que evidente que aun no estaba bien

El medimago trajo la jeringa con el mismo antídoto que había usado conmigo y yo me quedé acariciando la frente de Harold y sosteniendo su mano mientras se la ponían, esa cosa dolía horrores.

- Descuida amor, todo está bien, tienes que relajarte - susurré mientras seguía acariciándolo.

La verdad era desconcertante que todas nuestras noches importantes terminaran mal. Después de nuestra noche de compromiso, habíamos estado separados por lo de Evangeline. La noche que nos reconciliábamos, acabábamos en San Mungo ¿Sería así siempre?

El gimio de dolor al sentir aquella inyeccion, apreto la mano de Sarah y ahogo un pequeño grito en su boca, no queria parecer debil ante la miradas de aquellas personas pero mucho menos a la de su futura esposa, abrio los ojos mostrandole asi que estaba lo mejor posible que se podia estar en esa situacion.

- Deberias estar en cama - no podia permitir que por cuidarlo descuidara su salud.

Me dolía ver a Harold así, no podía imaginarme pensar que por cuidarme él se había descuidado tanto. Yo sonreí cuando dijo que no debía de descuidarme por cuidarlo a él, esperé a que el medimago y las enfermeras se fueran para meterme en la cama con Harold.

- Listo, así tú me cuidas y yo te cuido - dije dándole un beso en la mejilla - te amo Harold

El se rio y rodio la cintura de Sarah y hundio su nariz en su cabello - te amo Sarah... - se rio de nuevo - lamento mi espectaculo de drama de hace unas horas - de acuerdo habia exagerado cuando habia gritado, pero no queria que lo alejaran de ella - recuerda quejarme de ese medimago que no me dejo entrar - dijo antes de dejar un beso corto en sus labios

Me reí un poco cuando Harold dijo que había exagerado, quizás había sido así, pero el oírlo decir que estaría conmigo había sido para mí una certeza que me ayudó a relajarme. Él rodeó mi cintura y yo me recargué en su pecho, pasando un brazo por su torso y me quedé abrazándolo.

- Me dio mucha fuerza saber que estabas ahí, y no te preocupes, después le aclararemos al medimago que se metió con los Potter y los Spencer - dije besándolo suavemente y viendo el anillo que brillaba en mi dedo, era precioso

Sonrio al ver el anillo y abrio los ojos - tu abuelo quede de informarle - por asuntos que no podia dejar no habia podido estar ahi pero le habia encargado cuidar a su nieta, y aunque el no se lo hubiera pedido el estaria ahi para ella, le cuidaria siempre.

Saco su varita y mando un patronus con las noticias de la salud de su nieta para despues tomar el rostro de su novia - tienes mejor color - dijo sonriendo ella estaba mucho mejor

Harold le había avisado a mi abuelo y me sentía tan feliz, este Harold que comenzaba a nacer estaba gustándome mucho, muchísimo. Yo le di un beso y lo miré con una sonrisa.

- Gracias por avisarle, eres increíble, mi amor - la verdad me sentía increíblemente bien. Ya no hablaba de solamente de salud, sino que de todo en general, yo estaba bien - me siento mejor, ahora tú quédate a dormir

El sonrio al verla tan feliz, hundio su rostro en su cabello - te quedaras aqui conmigo - no era pregunta era una peticion queria quedarse dormido abrazado a ella, Harold Potter no era el mismo ultimamente

Acaricié el cabello de Harold y dejé un beso sobre sus labios, últimamente estaba más melosa y dulce que de costumbre y eso no me serviría mucho con...con los demás miembros del grupo. Y eso ya no me importaba, ahora sólo quería estar con Harold.

- Claro que sí, mi amor, yo todavía me siento algo débil así que dormiremos un rato y luego nos iremos...seguramente cuando lleguemos a Hogwarts tendremos que responder a muchas preguntas - respondí cerrando mis ojos y acurrucándome a su lado, estando con él nada podía ser malo

El sonrio y la abrazo con fuerza para que no se alejara de el, adoraba estar con ella, no podia estar alejada de ella, tal vez aquello estaba siendo algo incomodo para sus amigos, pero por el momento eran demasiado egoistas para pensar en eso.

Yo sonreí mientras él me abrazaba y cerré mis ojos, aunque la preocupación por él me habían devuelto mis cinco sentidos, ahora volvía a sentir como mi cuerpo me pedía descanso, el veneno aún debía de desaparecer del todo de nuestro sistema y la mejor manera de acabar con ello sin sufrir era que nos quedáramos dormidos. Además con los brazos de Harold a mi alrededor, el sueño parecía aproximarse pronto. Suspiré y por fin me entregué a los brazos de Morfeo mientras acariciaba suavemente el torso de Harold

Las manos de ella relajaban a Harold, se dejo vencer por el cansancio pero sin soltarla en ningun momento, ella era ahora la principal razon para ser un mejor hombre.

Su familia ya sabia que el pronto llevaria a su prometida a casa, y el ansiaba hablar con el abuelo de Sarah de eso, pero por ahora no habia que pensar en eso, si no en poder recuperarse y esperar las preguntas que les harian cuando volvieran a HOgwarts

No sé cuánto tiempo pasé dormida, pero cuando abrí los ojos me di cuenta de que ya había anochecido, pues todas las luces estaban encendidas. Alcé un poco mi cabeza y vi cómo Harold seguía dormido. Suavemente para no despertarlo me levanté de la cama y fui a buscar a la enfermera. Ésta me dijo que el profesor Slughorn, el jede de Slytherin había ido a ver cómo nos encontrábamos y nos había dejado una nota diciendo que una vez que estuviéramos bien, fuéramos a las chimeneas del hospital para llegar al castillo por polvos flu.

Yo me regresé a la habitación y me senté en la silla al lado de Harold, su rostro estaba más sereno y ya no estaba tan caliente. Yo me miré en el espejo y me arreglé el cabello, la vanidad era algo de mi personalidad que no podía esconder.