Una nueva situación [Harold]

HAbían pasado unas tres semanas desde que Harold y yo nos habíamos peleado y nos habíamos distanciado un poco. No iba a negar que todo era extraño, pero la verdad yo me sentía mejor, menos presionada y más yo misma de nuevo. El anillo que Harold me había dado lo tenía guardado, no quería usarlo ahsta estar lista, y ahora sabía que estaba bien resguardado de todo.

Ahora estaba sola en una tarde de viernes, las clases había terminado y yo quería un momento a solas, así que me había ido a la zona de CCM, donde estábamos viendo a los Unicornios y la prosefora me dejó quedarme a cepillar uno, era una sensación relajante y el lindo animal parecía feliz de lo que le hacía.

Harold solo habia visto a Sarah lo necesario y casi siempre en las noches se habian separado un poco para el aquello era incomodo pero no se quejaba mas por que notaba que para Sarah era como un alivio y no podia evitarlo aquello le incomodaba, el venia riendo con sus amigos comentando lo que harian al salir de Hogwarts.

- Harold dijiste que estudiarias en Londres para estar cerca de Sarah ¿no? - dijo aquel chico pelinegro que de vez en cuando andaba tras Harry.

- Primero Stuart.. para ti soy POTTER - deletreo su apeido - eso pensaba hacer pero no quiero agobiarla.. asi que me ire a Alemania y despues a Rusia.. - dijo pensando en sus planes.

- Pero.. eso no hara que tu carrera como auror dure 2 años mas ? - pregunto el mismo chico.

Harold lo habia pensado demasiado, serian 6 años alejado de Sarah pero sabia que el no cambiaria sus sentimientos esperara que ella tampoco - lo se - suspiro y le revolvio el cabello - dejemos eso.. recuerden que ya viene el ultimo partido de quidditch

Seguía acariciando al hermoso animal cuando oí que unos chicos se acercaban platicando, no faltó mucho para oír el seguro y algo arrogante tono de voz de mi novio y yo sonreí. Dejé de peinar al unicornio y me acerqué hacia donde ellos estaban, muy silenciosamente. Entonces me puse detrás de Harold y de puntitas tapé sus ojos con mis manos.

- ¿Adivina quién soy? - dije a su oído con una sonrisa divertida en mis labios.

Sabía que Harold no estaba del todo agusto con la situación y el que aún así siguiera intentando portarse bien conmigo me hacía quererlo un poco más. Así que ahora yo quería demostrarle que lo amaba, no importaba qué fuéramos

Era imposible no saber de quien eran esas manos se las quito de los ojos - mi querida y unica Sarah - dijo sonriendo de lado, a pesar de que se comportaba como novio, el no utilizaba ese termino para ella, solo le decia Sarah, habia dejado de decirle prometida, ni siquiera el se habia dado cuenta de eso - chicos creo que me acaban de raptar... los vere en el entrenamiento - todos saludaron a Sarah y se despidieron cuando ellos se apartaron y estaban solos se acerco y le dio un beso corto.

Sonreí cuando HArold me habló así y yo lo abracé para empinarme a darle un beso en la mejilla y cuando él les dijo que los vería en el entrenamiento, yo los detuve.

- Vamos chicos, hemos entrenado mucho esta semana y esos gatitos no van a ganarnos así que tómense la tarde libre, se los dice su capitana - les dije guiñándoles un ojo y ellos se mostraron más que contentos con la decisión.

Una vez que se fueron yo besé a HArold suavemente y luego lo miré coqueta - te tengo una sorpresa

Eso si era algo que siempre se le olvidaba, Sarah era la capitana del equipo, algo que el habia apoyado pero a final de cuentas habia sido una gran decision, le beso cuando ella lo hizo y le sonrio ampliamente - que sorpresa? - dijo intrigado queria saber mas

Rodeé su cuello con mis brazos y pegué mi frente a la suya, aunque quería intentar ser una pareja normal, las cosas que ya habíamos vivido no las podíamos dejar atrás. Y yo ya no podía soportar un día más sin Harold, quería volver a estar entre sus brazos como aquella noche que creí sería la última.

- Ven, sígueme - tomé su mano y lo jalé hasta una parte del bosque donde había un pequeño claro y en el centro había preparado un pequeño picnic. Ahí había puesto fresas, chocolate derretido e hidromiel.

El se dejo guiar como siempre que se trataba de ella, siempre era un niño pequeño a su lado, a veces la voluntad y el caracter de Harold Potter se desvanecia, cuando llegaron a aquel claro sonrio ampliamente, casi siempre y en los ultimos meses aquellas sorpresas eran realizados por el. - y a que se debe esto? - pregunto mientras caminaba hacia donde estaba todo ya preparadoñ

Sonreí y me senté en la manta que había colocado en el pasto y esperé a que él se sentara a mi lado, entonces remojé una fresa en el chocolate y se la coloqué en los labios para que se la comiera.

- Bueno, a que eres el mejor novio del mundo, a que te amo, y a que ganaremos esa copa de Quidditch este año - dije mientras lamía sensualmente el chocolate que había quedado en mi dedo y lo miraba con coquetería

El se sento en la manta a su lado y comio la fresa que ella le ofrecia, sus ojos brillaron al ver lo que hacia con el chocolate en sus dedos, sonrio y tomo otra fresa y se la acerco a sus labios - tu eres la mas hermosa mujer de mi vida, la unica - coloco la fresa en sus labios y los embarro de chocolate, retiro la fresa y despacio con sus labios quito todo el chocolate

Sonreí cuando Harold colocó el chocolate sobre mis labios y cuando él comenzó a retirarlo con los suyos, yo no pude evitar convertir aquello en un beso algo apasionado y mientras lo hacía, fui recostando a Harold en la manta mientras me ponía sobre él siguiendo el beso.

- Te amo y te echo mucho de menos en las noches - susurré seductoramente en su oído antes de morder el lóbulo de su oreja

Cuando el se dio cuenta ella ya lo tenia recostado en el piso, aquel susurro en su oreja lo llevo a lanzar un pequeño jadeo sus manos se situaron en la cintura de Sarah comenzando acariciando ahi mientras sus labios se paseaba por el cuello de su novia y sus manos comenzaban a colarse por la ropa, no era tan apasionado que antes, estaba siendo sumamente cuidadoso. Cuando recordo que el se habia prometido ser mas cuidadoso, - Sar...ah...- suspiro aquello era delicioso

Sonreí al oír el jadeo de Harold y entonces seguí besando su mandíbula y su cuello mientras le desabrochaba la camisa lenta y seductoramente.

- Harold...te extraño, quiero sentirte en mi interior - jadeé contra su oído con afán de excitarlo. últimamemente había sido demasiado delicado conmigo, quería un novio sí, pero no que me dejara así, me encantaba el Harold pasional y furioso que no pensaba en nada y se dejaba llevar por sus insintos

Harold jadeo al mismo tiempo que ella sus manos subieron la blusa de Sarah buscando quitarsela - pero... - iba a negarse, como negarse a algo que el estaba deseando desde hace mucho tiempo, jadio fuerte y tomo el rostro de Sarah para besarla intensamente - oh Sarah.. eres demasiada tentacion para mi - bajo sus labios por su cuello. viendola ya sin blusa de nuevo solo para ella.

Me encantaba saber que poseía tal poder sobre Harold, que me deseaba tanto como yo a él, no importaba qué fuerámos, como se llamaba nuestra relación, la pasión siempre sería la misma. Me reí cuando me quitó la blusa y yo tomé el chocolate para untar un poco sobre su pecho, el cual fui quitando con mi lengua en sensuales y lentas pasadas mientras mis caderas se friccionaban contra su entrepierna.

- No importa si eres mi novio, mi prometido, nada de eso cambiará la pasión y el deseo que se apodera de mi cuerpo cuando te tengo conmigo, Harold, te amo - dije para luego besarlo fervientemente

El jadeaba mientras ella le quitaba el chocolate que le habia embarrado, siseo de placer y no pudo mas le quito el sosten que llevaba, sus manos estaban ansiosas por tocar el cuerpo de su novia, tomo un poco de chocolate con su mano y lo embarro en los senos de Sarah, para despues quitarlo con su lengua y comenzar a succionar y morder levemente sus pezones, estaba completamente enloquecido por el placer y el deseo que tenia hacia Sarah.

No pude evitar soltar un jadeo al sentir los labios de Harold en mis senos, entonces recargué mi cabeza en su cuello y luego pasé mi dedo cubierto de chocolate por su torso y comencé a pasar mi lengua por encima. Después coloqué una fresa en mi boca para acercarla a la de Harold.

Me sentía muy excitada, este juego era placentero y delicioso. Siempre habíamos ido directo, la seducción como esta formaba parte de un juego mucho más excitante

NO podia evitar exitarse mas y mas con aquella lengua que le recorria, cuando ella se acerco con la fresa en la boca, el se acerco mordiendo un pedazo, haciendo que el jugo de la fresa se quedara en sus labios el lo lamio, el sabor a fresa el chocolater, Sarah ella lo estaba volviendo loco. El tomo una fresa y comenzo a pasarlo por el cuerpo de su compañera.

Me sentía bastante excitada, este juego hacía que mi mente delirara por el placer que estábamos obteniendo. Le quité por completo la camisa a Harold y dejé un reguero de chocolate hasta llegar a su obligo. Coqueta lo miré y luego comencé a pasar mi lengua por su torso y al llegar a su ombligo, lo mordí suavemente para luego abrir el cierre de sus pantalones, comenzando a bajarlo lentamente mientras mis labios volvían a buscar los suyos con desesperación.

Harold no pudo mas que sentir como ella lo llenaba de chocolate y lo comenzaba a lamer, gimio levemente y cuando ella se acerco a sus labios le beso con desesperacion y ansiedad, sus manos se colaron por debajo de la falda de Sarah, acariciando sus piernas, sus muslos y sus hermosos gluteos, su mano se colo en la entrepierna de aquella rubia que lo volvia loco, acariciandole levemente sobre su ropa interior notando su humedad - por Merlin Sarah! que delicia! - dijo antes de moverse y colocarla a ella en el piso, el termino de quitarse los pantalones dejandolos por ahi mientras tomaba la falda de Sarah y se la quitaba.

Me reí complacida al notar la urgencia de Harold, sin embargo, él ya se había sacrificado mucho por mí y ahora quería complacerlo, quería demostrarle que mis sentimientos y mi pasión por él no cambiarían nunca, pasara lo que pasara. Así que cuando él me dejó a mí sobre la manta, yo me acomodé de rodillas frente a él y acaricié sus mejillas suavemente.

- Te amo Harold, y el que haya tomado las decisiones que tomé no cambian eso, tú ya has hecho muchas cosas por mí últimamente, hoy sólo quiero complacerte, así que, acuéstate amor - le pedí empujándolo levemente con un dedo

Aquello era algo que pocas veces pasaba, el antes de su placer buscaba el de Sarah siempre habia sido asi, pero el que de nuevo tocara aquel tema hizo que tensara, habia digerido aquello, hasta habia alargado los años que estaria fuera para no saber si ella conocia a alguien o se enamoraba en su ausencia, maldecia que ambos quisieran dos cosas distintas, pero no dijo nada.

Suspiro hondo y tomo su mano - no es necesario Sarah - dejo un beso corto en sus labios y se levanto para buscar sus pantalones

El que Harold se apartara y comenzara a buscar sus pantalones hizo que mi corazón diera un vuelco. ¿Por qué tenía que apartarse tanto? ¿Por qué tenía que comportarse así?

- ¿Sabes? Me estoy cansando de esta situación Harold, porque yo intento demostrarte que lo qeu siento por ti no ha cambiado ni cambiará nunca, y tú te empeñas en hacerme quedar como una maldita que rompió tu corazón...Dios Harold, ¿hasta cuándo vas a perdonarme por querer vivir mi vida como adolescente? - pregunté ya no triste, sino enfadada

Suspiro y se puso sus pantalones no queria pelear y por que solo el tenia que pensar en lo que ella necesitaba, y ella se habia puesto a pensar en lo que le habia dolido no, para ella el solo estaba exagerando las cosas, se sento frente a ella - ya no lo haras... - dijo mientras se acercaba a ella y sonrio de lado, mirandola como lo hacia antes - volveremos a lo de antes... a lo que quieras... - paso su mano por las piernas de Sarah, acariciandolas mientras la recostaba en el piso y besaba su cuello.

Negué con la cabeza, y me aparté del alcance de Harold, sus malos humores, sus cambios repentinos conmigo y todo este asunto me estaban volviendo loca y él había arruinado mi sorpresa y me había arruinado el día.

- No, no te entiendo Harold, te quiero hacer una sorpresa para demostrarte que te amo, te apartas de mí y ahora vuelves ¿Qué diablos te sucede? Ya, discúlpame sí ¿o acaso te estás vengando? ¿Qué quieres Harold? ¿Qué es lo que quieres de mí? ¿Acaso nunca vas a perdonarme? Contéstame - pedí mientras me levantaba y aventaba las fresas, furiosa