Una nueva situación [Harold]

- ¿Tan seguro estás de que yo no quería eso? ése era mi camino, mi decisión antes de ti, lo tenía clarísimo, pero nuestro futuro juntos se volvió más importante para mí...pero eso a ti poco te importó, planeabas dejarme dos años para irte a Rusia y a Alemania, y todo mundo lo sabía menos yo, pero no te dije nada, no cuando ya te había pedido que fuéramos más lento, pero claro, si yo soy la mala, ¿por qué tú no podías ocultarme aquello, verdad? - pregunté molesta mientras lo miraba, si él creía que iba a convencerme de no unirme a los mortífagos, estaba muy mal

El levanto la mirada - querias tu tiempo... te lo estaba dando.. no querias presiones asi que alargue aquello - suspiro hondo - queria que estuvieras segura de que querias estar conmigo, sin tener la presion de tener un novio de lejos, uno que te pudiera pedir mas de lo que tu quisieras dar... lo hize por ti - apreto los puños - pensaba decirtelo cuando todo se concretara... eso es lo mas posible pero para ello deben pasar muchas cosas.. como herirte diciendo que no estare a tu lado ahora que aun no es todo seguro - esa era su explicación si la aceptaba bien si no el ya no podia hacer nada - entonces yo hize que dejaras tu futuro.. eh.. entonces tengo razón en querer alejarme.. no era mi intencion que vivieras mas rapido, ni que aceptaras mi propuesta por compromiso.. entiendo lo que deseas .. siempre lo he entendido.. por eso no te lo reproche jamas.. pero asi como tu pediste tiempo para poder olvidar lo de Evangeline.. yo necesitaba tiempo para hacerme a la idea.. - se rio levemente - pero como hacerme tiempo si no queda mas que un par de meses para que te deje... - se revolvio el cabello y se acosto en la cama mirando el techo, sus dudas, sus miedos todo se lo habia expuesto y ella aun pensaba que solo pensaba en el, tal vez asi era. Pero ella tambien pensaba solo en ella, aquello no podia avanzar a pesar de que le amara tanto, alguien tenia que ceder y ese habia sido el, pero porque no podia darle tiempo para acostumbrarse a eso, el no podia de la noche a la mañana terminar con los deseos de hacerla su esposa, de tenerla siempre a su lado.

Me quedé callada mientras lo escuchaba hablar, la verdad no había visto las cosas así, pero de todos modos yo no creía que eso fuera la mejor solución. si él se alejaba las cosas irían peor. Yo amaba a Harold, quería ser su esposa y ser la mujer de su vida siempre, pero al parecer la única manera de probarle eso era usando un maldito anillo.

- Te entiendo Harold, pero tú eres el que no quiere ver las cosas en perspectiva. Te amo, quiero estar a tu lado siempre, quiero ser tu esposa y ser la madre de tus hijos, pero tú no quieres entender que eso es en lo que no quiero pensar ahora, no quiero, no estoy lista, pero eso no significa que mi amor por ti cambie por sólo querer un novio, no un futuro esposo - le expliqué y luego esbocé una sonrisa sardónica - pero de cualquier modo, eso ya no importa, mejor vete a donde quieras, viaja y haz de tu vida lo que sea, ya no me interesa, consíguete una esposa de una vez, ten tus hijos con la primera mujer que se te pase enfrente, vete con una mujer que ya esté segura de que quiere casarse y tener hijos. No busques una adolescente que, ants de pensar en hijos, quiere encontrarse a sí misma.

La escucho y se levanto y la tomo de la cintura - eso es lo que quieres? - el no habia pensado en eso - quieres que tenga a otra en mis brazos... que bese y le haga el amor a otra - levanto la ceja y le mordio el labio mas sin previo aviso la pego en la puerta cerrandola y metio la mano en su falda acariciando sus gluteos, el solo tocarla la volvio loco queria hacerla suya, aunque sea por ultima vez.

Iba a responderle, pero él capturó mis labios en los suyos y yo no pude evitarlo, no cuando su incursión era pasional e insistente. Sus manos me acariciaban los glúteos y su boca parecía querer devorar la mía. Como pude, lo aparté de mí.

- Lo que quiero es que tengas lo que yo no puedo darte, quieres una prometida, ve y búscala, yo no voy a cambiar ahora Harold, ya no quiero cambiar, porque tú sólo quieres de mí a una prometida. Sigues sin entender nada, y yo me cansé de explicarme, así que si tanto te urge una prometida, pues te sugiero que vayas y busques eso que tanto quieres. Ve y busca a otra a la cual besar y a la cual hacerle el amor.

- te he dicho que solo a una mujer le pediria que se casara conmigo... solo a ti - suspiro y le abrio la puerta -entiendo lo que quieres... lo he dicho.. pero deberias dejarme acoplarme... no puedo simplemente aceptar de un momento a otro.. que hace dias hablabamos de casarnos.. de decirle a tu abuelo - se revolvio el cabello - solo te pedia tiempo.. solo te pedia que no lo mencionaras... - apreto el puente de su nariz - solo vete Sarah.. ya es todo.. se acabo.. eso es lo que quieres bien.. adios - le dejo abierta la puerta y se recosto en su cama - cierra la puerta cuando te vayas - aquello lo habia dicho con una naturalidad innata de el, pero le dolia su corazon se desgarraba de solo pensar que no estaria mas con ella.

-¿Acoplarte? ¿Harold si quiera has pensado por qué estamos discutiendo esto? Por que tú no quisiste que yo te complaciera hoy, no me dejaste demostrarte que apreciaba mucho lo que estabas sacrificando por mí - le dije enojada, pero al oír que me fuera, con tanta indiferencia, me quedé muda de asombro, jamás me imaginé que a él le importaría tan poco, pero aguantando el nudo en mi garganta lo miré - De acuerdo, de ahora en adelante no volveré a interferir en tus maravillosos planes, y espero que tú no te metas con los míos.entonces salí de ahí azotando la puerta

Furioso cuando salio avento un libro a la puerta, y se quedo ahi como alma que lleva al diablo furioso consigo mismo, por no poder decirle que nunca la olvidaria. Era un completo idiota. Grito retumbando en su habitacion y en toda la sala comun, no salio de ahi en dos dias y despues solo salio para desaparecer del colegio por una semana.

Escuché el grito de Harold y también como aventaba el libro a la puerta, ojalá Rod estuviera pensando en pasar la noche con Bella, o yo se los sugeriría. De todos modos yo no iba a quedarme en el castillo. Le pedí a Dumbledore que me dejara irme una semana a mi casa con mi abuelo, lo que sin duda me ayudaría a poner las cosas de nuevo en su lugar.

Linna me mandó miles de cartas y vociferadores, estaba furiosa porque no le había avisado. Además me dijo que Harold tampoco estaba en el Colegio. Pues bien por él, ahora Harold Potter no formaba parte de mi futuro.